Geymonant

Geymonat, L; “Filosofía, filosofía de la ciencia”.

Desde que el hombre empezó a filosofar orientó siempre una parte de sus investigaciones a discutir qué es la ciencia, entendida como conocimiento verdadero, contrapuesto a la opinión.
Las discusiones sobre la ciencia recibieron una luz completamente diversa a partir del momento en el cual, junto a la filosofía empezaron a afirmarse algunasciencias particulares que merecieron el pleno reconocimiento de su cientificidad. El problema nuevo era la relación entre las mismas y la ciencia general teorizada por los filósofos.
Durante siglos y siglos se postuló una especie de primado absoluto de la investigación filosófica, llegándose a atribuirle la tarea de determinar priori la verdadera esencia de cada una de las ciencias particulares,sus límites, las relaciones jerárquicas entre ellas.
Las múltiples y profundas influencias ejercidas en el pasado por la investigación filosófica en las investigaciones científicas pueden demostrarse a través de dos hechos:
1.La contribución de la investigación filosófica en la tarea de separar la ciencia verdadera y propiamente dicha del llamado saber común.
2. La aportación suministrada porla filosofía, mediante la elaboración de audaces y generalísimas concepciones sobre el universo, a la constitución de un fundamento objetivo en el cual basas las investigaciones emprendidas por las ciencias particulares.
Pero esta influencia no sirve para justificar la presunta subordinación de las ciencias particulares a la filosofía. En efecto, el nacimiento de las ciencias particulares fuetambién fruto de otros factores: los estímulos recibidos por los científicos de la vida práctica, y en particular de la técnica, no se debía a la filosofía sino a la influencia de una ciencia sobre otra, como así dentro de una misma ciencia a la influencia de un capítulo de la misma sobre otro capítulo.
La influencia de la filosofía en las ciencias particulares ha correspondido frecuentemente a unaanáloga influencia de éstas en aquella.
Por ésto se puede manifestar que la antigua pretensión de considerar a las ciencias particulares como meras y simples ejemplificaciones de la idea general de ciencia teorizada por los filósofos resulta hoy sustancialmente inaceptable.
Las consecuencias obtenidas de ese hecho fueron un gran número de estudiosos que no sólo negaban la pretendidasubordinación de las ciencias particulares a la ciencia general teorizada por los filósofos, sino también la existencia de cualquier relación entre investigación científica e investigación filosófica.
Los entes y los problemas tratados por las ciencias particulares no tienen nada que ver con la filosofía, la noción misma de verdad científica es completamente diversa de la de verdad filosófica.
Esnecesario abandonar el planteamiento metafísico de la investigación y sustituirlo por un planteamiento historicista.
El filósofo convencido de la necesidad de historizar integralmente la ciencia, esforzándose por precisar su significado y su valor respecto de las varias épocas y de los diversos niveles de la investigación científica. Aquí se plantea un problema; se renuncia a explicar la ciencia desdeun punto de vista filosófico general, pero se disipa esta dificultad cuando se reconoce que la ciencia constituye un dato que el filósofo serio tiene el deber de entender tal como es, y no como le gustaría que fuera.
La búsqueda de un criterio seguro de la cientificidad presenta un aspecto positivo: la tendencia a introducir orden y rigor en las investigaciones científicas de una época, y asuministrarles instrumentos de particular eficacia; y un aspecto negativo: la tendencia a transformar el criterio hallado en un dogma infalible, con exclusión de cualquier otro. Hoy es necesario liberar a esa investigación de su aspecto negativo.
La investigación de la que nos estamos ocupando ha desembocado frecuentemente en la búsqueda de una jerarquía de las ciencias, al pretenderse que la...