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Páginas: 114 (28487 palabras) Publicado: 9 de noviembre de 2013
Índice
Portadilla
Índice
Dedicatoria
Después
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11

Capítulo 12
Después
Principio
Sobre la autora
Lee la novela
Créditos
Grupo Santillana

Para Alex, Susan, Amie, Kat y Jane…
por viajar conmigo desde la bahía de
la Calavera hasta Endovier. DESPUÉS

Acurrucada en la esquina de un carro de
prisioneros, Celaena Sardothien miraba
cómo las luces y las sombras
jugueteaban en la superficie de madera.
Los árboles, apenas teñidos de los tonos
suaves de otoño, parecían observarla a
través del ventanuco enrejado.
Celaena apoyó la cabeza contra el
costado enmohecido del carro y se puso
a escuchar los crujidos de la madera, el
tintineo delos grilletes que le ceñían las

muñecas y los tobillos, el murmullo de
voces, salpicado de risas, de los
guardas que la escoltaban desde hacía
dos días.
No obstante, aunque era consciente de
la presencia de los sonidos, lo oía todo
como a través de un grueso manto de
silencio, una quietud que la aislaba de
todo, hasta de sí misma. Sabía que tenía
hambre y sed, que el frío entumecía susdedos, pero las sensaciones no acababan
de abrirse paso hasta ella.
El carro se encalló en un surco y la
sacudió con tanta fuerza que Celaena se
golpeó la cabeza contra el costado del
vehículo. Hasta el dolor le pareció
ajeno.
Los rayos de luz que se proyectaban

en la pared de madera bailaban como
nieve en el cielo.
Como ceniza.
Ceniza de un mundo que había ardido
por completo,que se había hecho trizas
a su alrededor. El sabor a ceniza de
aquel mundo muerto se colaba por sus
agrietados labios, le empapaba la lengua
seca.
Prefería el silencio. Rodeada de
silencio, no podía oír la pregunta más
angustiosa de todas: ¿había sido ella la
artífice de todo aquello?
El carro pasó bajo una arboleda
particularmente frondosa que bloqueó el
paso a la luz. En el lapso de unsuspiro,
el silencio desapareció el tiempo

necesario para que aquella pregunta se
abriera paso hasta la mente de Celaena,
hasta su piel y sus huesos.
Y rodeada de oscuridad, recordó.

CAPÍTULO 1
ONCE DÍAS ANTES

Celaena Sardothien llevaba un año
entero esperando aquella noche. Sentada
en el pasillo de madera enclavado a un
lado de la cúpula dorada del Teatro
Real, se dejó llevarpor la música que
se elevaba por el anfiteatro. Con las
piernas colgando bajo la barandilla, se
inclinó hacia delante y apoyó la mejilla
en los brazos cruzados.
Los músicos formaban un semicírculo

en el escenario. Inundaban el teatro de
un sonido tan maravilloso que Celaena
se olvidaba por momentos de respirar.
Había presenciado aquel mismo
concierto cuatro veces a lo largo de losúltimos cuatro años, siempre en
compañía de Arobynn. La ocasión había
acabado por convertirse en una tradición
anual, que ambos compartían cada
otoño.
Aun sabiendo que no era buena idea,
dejó que su mirada se posara en el palco
privado que Celaena, hasta el mes
pasado, había ocupado.
Arobynn
Hamel
estaba
allí,
acompañado de Lysandra. ¿A causa del
despecho o de la ceguera más absoluta?Él sabía muy bien cuánto significaba

aquella velada para Celaena; era
consciente de la ilusión con que
aguardaba aquel acontecimiento año tras
año. Y cuando Celaena había rehusado
acompañarlo –no quería volver a
compartir nada con él– Arobynn había
invitado a Lysandra. Como si aquel
concierto fuera uno más de tantos.
Incluso a aquella distancia, desde el
pasillo del techo, Celaenaalcanzaba a
ver cómo el rey de los asesinos sostenía
la mano de la joven cortesana con la
pierna apoyada contra las faldas de su
vestido rosa. Un mes después de que
Arobynn hubiera comprado la virginidad
de Lysandra en una subasta, el rey de los
asesinos seguía monopolizando el

tiempo de la muchacha. No sería de
extrañar que hiciera algún tipo de trato
con la señora de la cortesana...
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