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la vida con mia.
Categoría(s): anorexia, bulimia, apetito, flaca, delgada, dietas, hambre, ana y mia, ana, mia, muerte, drama
Conoc a mía hace unos meses atrás. Ella trabaja en una imprenta, yo fui por que como escritor necesito comprar mucho papel. Me atendió una linda joven.



— Que clase de papel quieres, amigo —me dijo ella con una sonrisa la primera ves que la vi.



— papelnormal, preciosa. —le conteste.



Lo que me llamo a atención de mía es que era una chica muy delgada, tanto que me llamó la atención. Aunque pues no le di tanta importancia, después de todo no era alguien a quien conocía realmente. Además era la primera vez que la veía ahí en esa imprenta, siempre compro ahí mis hojas, y jamás la había visto.



Yo suelo ir cada semana alrededor de 2 veces,contando claro los 7 días, la siguiente vez que fui a comprar no me atendió ella, me atendió Rodrigo, el que siempre me vendía las hojas.



— la ultima vez que vine no estabas tu, me atendió una chica. —le dije.



— ¿una flaquita de pelo largo? —me preguntó.



— si, esa misma— le conteste.



— ah, es una chica que he contratado, viene los martes y los jueves a trabajar, ¿porque? —me dijo Rodrigo.



— no, por nada, es solo que me pareció extraño, como siempre estas tu o tu primo.



— si, es que necesitaba una ayudante, ya sabes, ahora que mi mujer a dado a luz, pues necesito estar en casa con ella.



— Entiendo, entiendo —tome mis hojas —buen, hasta el sábado, amigo —pagué y le fui.



Seguí con mi vida normal, trabajando, escribiendo para mi blog ypara mi columna en un periódico local, periódico no muy conocido, ni de mucho prestigio, pero es un diario con un publico ganado y que en su versión web es mas conocido, pero al menos me da para comer, y hago lo que me gusta, escribir. Mi columna es libre, tengo la libertad de escribir acerca de lo que me de la gana, es es bueno, en el anterior periódico en que trabajaba me pautaban los temas, nopodía hablar ni de la alta sociedad, ni de política, o de algo que contradijera la política de la empresa, al carajo, a un escritor no le pueden decir que escribir, no renuncié, me despidieron.



Ahí era conocido, mis crónicas, mis análisis eran muy leídos en ese periódico, así que me llovieron ofertas, ofertas muy buenas, pero la única que me dio total independencia para escribir acerca de loque quiera era este, EL MATUTINO NACIONAL, aparte manejo mi blog, que pues no es leído solo por mis compatriotas, si no por muchos latinoamericanos.



Mi columna la utilizo para hablar de todo, como ya dije, me gusta sobretodo las historias, pero las reales, usar mi columna para que la gente conozca la realidad de esta sociedad, que no todo circula a traves de las altas esferas o de la gentebonita y millonaria, me gusta que la gente sienta la vida del pobre del enfermo, del hombre común, es una forma de que sepamos que en este país no solo vivimos los que de algún modo trabajan poco y ganan mucho, también viven aquellos que trabajan mucho y no ganan ni mierda.



A la semana siguiente regrese para comprar mas papel, y s que debo entregar en papel impreso mis trabajos. Regrese yme atendió la mía otra ves, eta ves.



— hola, nuevamente nos vemos —le dije.



— buenos, días, joven. — me saludó.



— dame lo mismo de la ultima vez, ¿si recuerdas cierto? —le dije.



— si, —giró a buscar las hojas — 50 hojas normales, ¿verdad?



— si, pero ahora véndeme una carga de tinta azul, ya se le acabó esa a mi impresora.



— ok, ¿quieres la original o unacompatible?— me dijo.



— mmm… dame la mas barata, estoy algo cuidó de billetes.



— Ok, — me dijo sonriéndome.



— así que estas trabajando hoy aquí, Rodrigo fue a cuidar a su esposa, ¿no es así?— le dije.



— si, el… el esta en su casa, yo me quede encargada de la imprenta — me trae las cosas — ¿usted lo conoce?— me pregunta.



— vengo todas las semanas a comprar...