Giancarlo cesana, el sentimiento de las cosas, la contemplación de la belleza
Giancarlo Cesana
Se ha dicho que el único conocimiento posible para el hombre es la afectividad. Esto quiere decir que para entender loque significa conocimiento no basta con comprender las conexiones eléctricas y bioquímicas del cerebro: conocemos lo que nos impacta. Si nos paramos a pensar en nosotros mismos, descubrimos que dealgún modo nos constituye lo que nos ha llamado la atención: su recuerdo nos remite a los hechos y las personas que lo protagonizaron; del resto no queda nada. La palabra ‘afectividad’ deriva del latínaffectus, que significa ‘afectado’, impresionado. Por otro lado, conocer sirve para hacer, para desarrollar una energía positiva. De hecho, la locura es un conocimiento sin energía, incapaz derelacionarse con la realidad. Si para conocer hace falta el impacto, es necesario que algo nos atraiga, nos fascine. Es necesaria la belleza, la correspondencia, ver algo que ha sido hecho para mí.
No se puedepercibir un contenido sin su forma. Esto es tan cierto que cuando nos encontramos con algo que no nos gusta sentimos dolor; pero el dolor no es una percepción positiva, es darse cuenta de unacarencia y la carencia es lo más terrible de la vida. Si no se puede percibir un contenido sin forma, el problema es determinar el contenido de la belleza. ¿Qué percibimos a través de la belleza? Este es unproblema actual, porque hoy es como si la belleza no tuviese contenido: es una forma contingente, transitoria, que antes o después terminará y tiene por tanto que consumirse rápido, tiene que hacerseobjeto del instinto. Basta con fijarse en la relaciones hombre- mujer. ¿Para qué existe la belleza entonces? ¿Es tal vez la expresión de una ceguera? Si encuentro algo que me corresponde, ¿terminará?¿No dice, en el fondo, nada de la vida? ¿O bien habla de algo distinto?
La belleza habla de lo que buscamos, habla de ser amados, de ser queridos, porque toda nuestra vida, todo nuestro afán es...
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