Globalizacion y democracia

ERNESTO LÓPEZ
GLOBALIZACIÓN Y DEMOCRACIA
Universidad Nacional de La Plata, Universidad Nacional del Litoral, Universidad Nacional de Quilmes, Colección “Papeles de Investigación” N°2.

(FRAGMENTOS)

1. UN FENOMENAL CAMBIO DE ÉPOCA

La caída del Muro de Berlín marcó, simbólicamente, un punto de inflexión. Un momento de viraje de los tiempos históricos a escala planetaria. El inicio deun fenomenal cambio de época. Desde entonces, una serie de acontecimientos se han sucedido a ritmo vertiginoso. Implotó en la ex Unión Soviética, se demolió la “Cortina de Acero”, se desestructuró el llamado “Mundo Comunista” –si bien subsisten algunos países definibles como tales- y se derrumbó, aun en Occidente, el marxismo como sistema de ideas actuante, es decir, con algún arraigo eninstituciones o individuos.

Pero también entró en una crisis irreversible el macromodelo económico keynesiano (que había resultado de las redefiniciones que apuraron la crisis del ’30, primer, y los acuerdos financieros de la segunda posguerra, más tarde). Concomitantemente, el llamado “Estado de Bienestar” se tornó crecientemente disfuncional y entró en una fase de agotamiento y ocaso. Actualmente seasiste por doquier a su redefinición (que en no pocos casos implica su virtual desmantelamiento).

El Tercer Mundo entró asimismo en un período de agotamiento y desestructuración. Desde un punto de vista meramente nominal podría señalarse que la desaparición del Mundo Comunista invalidó per se el esquema tricotómico; (obviamente le hubiera ocurrido lo mismo a cualquier esquema tricotómico queperdiera uno de sus componentes).

Pero también desde el punto de vista sustancial cambiaron enormemente las cosas para los países subdesarrollados. La crisis irreversible del macro modelo keynesiano trajo aparejada la inviabilidad del modelo sustitutivo de importaciones. De donde se desprendió su creciente caducidad. En nuestro subcontinente (América Latina), prácticamente todos los paísesfundaban sobre aquél sus sistemas económicos. De modo que aquí también por doquier cundió la inclinación a redefinir el modelo a través de un drástico ajuste macroeconómico, orientado hacia la apertura económica y la liberalización comercial. En beneficio de la opción de ajuste macroeconómico jugó, asimismo, la alta vulnerabilidad exterior que impuso a los distintos países la deuda externa. Atados a lanecesidad de acceder al financiamiento internacional, de reestructurar el conjunto de la deuda, de disminuir el gasto público y de conseguir disciplina y equilibrio fiscales –todo esto bajo el atento monitoreo de los organismos internacionales de crédito- los países de la región no tuvieron otra alternativa que internarse, más tarde o más temprano, en las procelosas aguas de una profundareconversión económica. Simultáneamente, sus Estados - otrora multifacéticos e intervencionistas- debieron también orientarse hacia una reforma que los achicase y redefiniese.

Cabe mencionar, finalmente, como parte de los procesos acaecidos en lo que hasta no hace mucho se llamaba Tercer Mundo, el agotamiento político de los movimientos nacional-populares (en América Latina: el PRI, el “trabalhismo”,el APRA, el peronismo, el sandinismo, entre otros) y de las vías alternativas de desarrollo que sustentaban. El último intento en ese sentido -que protagonizó Alan García en el Perú- terminó resultando paradigmático de lo que no era conveniente hacer. Por otra parte, esta alternatividad estatal-nacional que expresaban los movimientos nacional-populares fue desafiada y controvertida por larutilante aparición de los “Tigres Asiáticos” (Corea, Taiwan, Singapur y Hong Kong) cuyos exitosos modelos se constituyeron en sorprendentes expresiones de una alternatividad de nuevo cuño.

Lo que sumariamente acaba de reseñarse -fenómenos todos que de una manera u otra se vinculan al campo de las relaciones internacionales pero que en absoluto totalizan el conjunto de transformaciones echadas a...