Globalizacion y educacion
Con frecuencia sedestaca hoy que el fenómeno de la globalización tiene hasta el presente un signo predominantemente neoliberal, de factura norteamericana y europea. Ello está implicando un conjunto de resultantes en lo económico, político, social y cultural que plantea serios retos a la Educación Superior de los pueblos en vías de desarrollo, en tanto agente insustituible en la producción y reproducción de losrecursos humanos requeridos para garantizar el progreso social indetenible a que aspira la sociedad contemporánea. Se ha expuesto críticamente dentro de este contexto a nivel mundial (Ramos Serpa, 2002) la actual preeminencia en los modelos educativos universitarios de curricula y programas destinados únicamente a desarrollar capacidades técnico-profesionales, en correspondencia con esa idea deeficiencia tecnocráctica, informatizada y altamente productiva que trata de inocular la concepción panculturizadora neoliberal, en detrimento de una formación humanista integral, crítica de su entorno y consciente de su papel social transformador, que combine lo técnico y lo humano: conocimientos, habilidades, capacidades y valores integrales a los que el hombre no puede renunciar en su desempeñosocial. Sin embargo, en nuestra defensa crítica de una formación humanista y en valores, la educación multicultural (Rodríguez Morell, 1999, 2000, 2002), basada en la necesaria formación integral del ser humano y en el respeto a la diversidad antihegemónica, despunta como un antídoto a las corrientes neoliberales del presente. Responde esta educación, a la filosofía de resistencia del multiculturalismoa nivel nacional y mundial contra la filosofía política de la unipolaridad cultural “made in USA”. No obstante, como es frecuente en un mundo en el que los derroteros capitalistas tratan de convertir todo en mercancía, ya tenemos que defender nuestro multiculturalismo crítico, radical, transformador y revolucionario (Temelini, 1989; McLaren, 1995; Rodríguez, 1999), que asume la diversidadparticipativa sobre una plataforma axiológica, humana y socialmente comprometida, de otros multiculturalismos –el conservador de derecha, el liberal de derecha y el liberal de “izquierda” academicista– que en resumen y en apariencia desde el extremo opuesto, justifican todo tipo de diversidad y, por consiguiente, resultan un producto desmovilizador de cualquier proyecto revolucionario transformador,según el ya tan socorrido “fin de la historia” postmoderno a la usanza de Fukuyama, Leotard, Focault y cohorte. Multiculturalismo no significa, como algunos creen, la suma fragmentada de las diversidades, su cohabitación tolerable pero incomunicada, sino la búsqueda
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de lo humana y esencialmente común, de lo confluyente, dentro del respeto y reconocimiento de lo diverso, de ahí que se requierade una permanente comunicación entre las diversidades en el esfuerzo de aproximación constante a la verdad. Es por ello que multiculturalismo es, necesariamente, sinónimo de comunicación intercultural, tanto en micro como en macrocontexto, y la comunicación es un terreno por excelencia para la conceptualización, transmisión y negociación de valores humanos y de las profesiones. Por consiguiente,educar en valores multiculturales en tiempos de la globalización y desde la Universidad, para la sociedad cubana, implica en primer lugar, y entre muchas otras cosas, trabajar por la superación de la dicotomía y las zonas de silencio o fragmentación (incomprensión dialógica) todavía existentes entre las ciencias puras y técnicas, por un lado, y las ciencias humanísticas, por el otro- algo que...
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