Gobernar o Administrar
MIENTRAS gobernar es orientar la decisión en función de la voluntad colectiva, administrar es consagrar la evidencia. Santiago, desde hace ya muchas décadas, no se gobierna,se administra. Y desde la década de los 80, se hace con criterios casi exclusivamente economicistas, cuyo eje es la desafectación de zonas rurales en torno a la ciudad y su transformación en zonasurbanizables para una supuesta disminución del precio del suelo en favor de los más necesitados.
Contrariamente a lo anterior, la evidencia muestra que los terrenos hacia los cuales se ha expandidola ciudad producto de aquella idea han sido ocupados por familias de ingresos de nivel medio alto a muy alto y la vivienda de interés social sigue, en general, enclavada en terrenos de baja calidad, demala accesibilidad, de baja presencia de áreas verdes y no precisamente en torno a estos barrios de lujo.
Lo más grave de todo es que esta ideología y práctica del expansionismo físico de laciudad, propia de los países de economía anómala (con crecimiento sostenido, alta concentración de la riqueza en el quintil superior y fuerte centralización territorial), se funda en el error de pensar quelos grandes problemas urbanos y de calidad de vida se resuelven haciendo crecer Santiago. Con esta decisión se administra el capital de los principales grupos económicos, porque detrás de ella existela presión de empresas inmobiliarias, empresas constructoras y equipos consultores, que ven en esto un gran negocio.
Y demostrando que la práctica es administrar el territorio y no gobernarlo, seasume como un hecho que la capital tendrá dentro de 20 años 1.600.000 habitantes más, los que se podrán albergar en los nuevos terrenos desafectados. Pero no se escucha a expertos, políticos,legisladores o empresarios proponer políticas tendientes a evitar este crecimiento demográfico en una ciudad sobresaturada, reorientándolo hacia regiones. Se administra la tendencia, no se gobierna la...
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