Gobernar y elegir desde la complejidad
Diana Karina Ruiz Perilla
GOBERNAR Y ELEGIR DESDE LA COMPLEJIDAD
Pensamiento Complejo, Febrero – Marzo, año
Universidad Militar Nueva Granada
Bogotá, Colombia
Gobernar y elegir desde la complejidad
Gobernantes y gobernados: una relación aparentemente simple, univoca, apenas bidireccional; un evento aislado que entra en ciclos de complacencia, emoción y decepción. Usted elige pararecibir, usted es elegido para recibir. ¿Entonces quien da?
Se reconoce hoy una precaria vinculación de los gobernantes con los gobernados, una disociación de roles derivada de la desconfianza no solo de electores, también de elegidos.
Estas segregaciones están atadas al hecho de ver el proceso o los procesos electorales bajo un enfoque positivista, ciego en muchas de sus caras, reduccionista;tomando decisiones desde las “causas-efectos” absolutistas que se informan desde medios, que se perciben desde los rumores de calle, desde los extras del día.
Los actores no hemos comprendido el contraste entre la complejidad de nuestra sociedad y la simplicidad tiránica de las elecciones que hacemos con lo que nos estacionamos en estados premodernos, en espacios gatopardistas que sumen en el letargoel tan anhelado progreso de la nación.
Es análogo con los procesos de organizaciones eminentemente mecanicistas, los mismos pasos para el mismo resultado, un algoritmo repetitivo del que a veces se espera más. Lo cierto es que a medida que se menoscaba la confianza en estos procesos, el sistema tiende a saturarse y a desbordarse, es insostenible por lo que se autogestiona o autoorganizaoscuramente.
La política ha querido establecerse como un ordenador de todas las variables de la sociedad y de forma impositiva establece esquemas sin definir un horizonte de proyecto con un fin específico. Toma variables aisladas y decide sobre el comportamiento de las mismas.
Las visiones que “compramos” con nuestro voto o elección no trascienden a la vida misma, son visiones temporales, inflexibles, y alser inamovibles se estrellan con la realidad cambiante del ambiente, se dilatan y esfuman las posibilidades de una creación de identidad que fortalezca el autocontrol, por el contrario las constricciones externas se regeneran con más fuerza y menoscaban la virtud creativa y renovadora de los sistemas.
El pensamiento simplista del gobernado/elector
Conocer la historia no basta para no repetirla,es solo un espejo por veces engañoso para decidir el destino de una nación, tampoco funciona el veredicto maniqueo de los medios, ni el rumor de pasillos para depositar CONFIANZA en el coordinador de nuestra filiación política. Se requiere de una mayor reflexión para no recaer en la sórdida inflexibilidad de las decisiones electorales.
Es insólito como concedemos un valor mesiánico al procesoelectoral y no solo a este, si no al “engendro-candidato” favorecido por nuestras elecciones. Esta visión unidimensional y mutilante se paga cruelmente en los fenómenos humanos. Y no es que no haya esperanzas, es solo que las consecuencias no se han hecho esperar y bajo estos modelos despertamos en estados retardatarios y facilistas, alimentados por discursos gamonalistas que desconocen lapruriculturalidad, heterarquía y complejidad de la realidad antroposocial.( Innerarity, 1999)
Las posiciones mecanicistas y reduccionistas desde el punto de vista del elector empiezan en el agrado y vinculación con mensajes simplistas que responden a sus pulsiones, después de esta primera batalla, el elector considera que todas aquellas variables asociadas a su subsistencia tendrán una “salida” con laelección, posteriormente alimentamos nuestras pulsiones con lo informado por los medios y en probabilidades mínimas sustento mi razón con la propuesta del candidato , finalmente elijo y espero.
Cada vez que elegimos retoña la ilusión etérea del Orden perfecto, por lo que elegimos desde una perspectiva anquilosada, desprovista de sentido común y absolutizando las experiencias que nos muestran...
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