GOBIERNO CORPORATIVO

Alfredo Ibarguen
Socio Director IAAG
Desde la perspectiva de Gobierno Corporativo, entendido como el sistema por el que se
contralan y administran las empresas, se ha prestado una especialatención a la Junta Directiva
de las sociedades, al visualizarla como el centro neurálgico del gobierno empresarial.
Su existencia responde a una necesidad de los accionistas ante la imposibilidad deadministrar
la empresa de la que son propietarios de forma asamblearia, ya que la Asamblea General de
Accionistas, por su naturaleza, resulta inoperativa para la toma periódica y regular de
decisiones.Los accionistas, en su propio beneficio como propietarios del valor creado y el derecho a
disponer de las utilidades, deberían ser los primeros interesados en que los tres niveles
descendentes deGobierno (la Propiedad, identificada con los accionistas y la Asamblea
General, la Administración, identificada con la Junta Directiva, y la Gestión ordinaria,
identificada con la Alta Gerencia)funcionen de forma armónica, coordinada y eficiente, y
deberían impulsar que se desarrollen una serie de controles recíprocos (checks and balances)
que permitan alinear los intereses de administradores yejecutivos con sus propios intereses.
Sin embargo, en muchos casos la realidad empresarial es otra. Las Asambleas Generales de
Accionistas no funcionan, las Juntas Directivas son claramenteineficientes, y es frecuente
observar cómo la línea de Alta Gerencia ostenta un poder ya sea sin contrapesos efectivos al
interior de las empresas, o neutralizados por intereses particulares distintos alos intereses de
la empresa y sus accionistas.
En este contexto, cuando una Junta Directiva no es eficiente, o no actúa de forma diligente en
el cumplimiento de sus funciones de planificaciónestratégica, supervisión y control de la
gestión ordinaria, hay que atribuir la responsabilidad no sólo a la Junta Directiva y a sus
miembros individualmente considerados, sino también a los propios...