Golpe Del 76
DEL GOLPE DE ESTADO A LA RESTAURACIÓN DEMOCRÁTICA
Marcos Novaro / Vicente Palermo
EL GOLPE DEL 24 DE MARZO DE 1976
El año 1976 se inició bajo el signo de la violencia política, la crisis institucional y el descalabro económico. La economía había permanecido estancada tras los éxitos iniciales de la concertación peronistas, y lasperspectivas no eran para nada mejores. El aumento del precio internacional del petróleo y la depreciación de los alimentos anunciaban crecientes desequilibrios de la balanza de pagos. La inflación se aceleraba; el paquete de ajuste de salarios y tarifas y devaluación del peso que había aplicado el gobierno a principios de 1975, recordado como el “rodrigazo”, tuvo efectos negativos en el bolsillo de losasalariados y motivó una reacción sindical que lograría torcerle el brazo al Ejecutivo, con lo que la situación siguió deteriorándose. Había un déficit público e hiperinflación con un record histórico. El diario La Opinión informó, ese mismo mes de marzo, que por esos días se registraba un asesinato político cada cinco horas, y cada tres estallaba una bomba. Para febrero se habían contabilizado 105muertes originadas en la violencia política, la mayor parte de ellas provocadas por bandas paramilitares. Mientras tanto, el gobierno y el peronismo se debatían en graves conflictos internos que les impedían reaccionar frente al sostenido avance militar. María Estela Martínez de Perón ya había cambiado varias veces de ministro de Economía y de gabinete sin dar con la fórmula para convencer a losjefes militares y los grandes empresarios. Su creciente aislamiento no alcanzaba a ser compensado por la voluntad que manifestaban la CGT y los sectores “verticalistas” del partido, de sostenerla hasta el final.
Con su mensaje de 1975, el comandante en jefe del Ejército, general Jorge Rafael Videla, había enviado desde Tucumán un ultimátum a las autoridades constitucionales: el gobierno debíapurificarse de “la inmoralidad y la corrupción, la especulación política, económica e ideológica” o sería desplazado. Días antes, un sector de la aeronáutica, encabezado por Capellini, había intentado sin suerte dar un golpe de mano para hacerse del gobierno.
Durante ese verano terminarían de madurar los conflictos y los consensos que harían posible el inicio de un proceso animado por una voluntadrepresiva y transformadora. Un proceso que, justificado para la gran mayoría en la necesidad de escapar a cualquier costo de un inferno dantesco, lograría lo que entonces debió ser inimaginable: llevar al paroxismo los rasgos más intolerables del cuadro de situación en que había desembocado la experiencia iniciada en 1973. Así, la crisis terminal en que naufragaba el sueño de la Argentina peronistasería apenas el preludio de una pesadilla sin fondo.
El golpe de 1976 no es simplemente un eslabón más en la cadena de intervenciones militares que se inició en 1930. La crisis inédita que lo enmarcó dio paso a un régimen mesiánico inédito que pretendió producir cambios irreversibles, actuando de cara a una sociedad que, a diferencia de episodios anteriores, se presentó debilitada ydesarticulada frente al fervor militar. El golpe inauguró un tiempo que, por su enorme fuerza destructiva, transformaría de raíza la sociedad, el Estado y la política en la Argentina. Los militares que encabezaron la dictadura sin duda más sangrienta de la historia de este país y de toda la región lograrían, de este modo, su objetivo de poner fin a una época. Aun cuando demostrarían ser absolutamenteincapaces de fundar una nueva.
EL GOLPE Y EL CONSENSO INICIAL
En la madrugada del 24 de marzo de 1976, los edificios de gobierno y el Congreso Nacional fueron ocupados por las Fuerzas Armadas. Otro tanto sucedió en las estaciones de radio y televisión de Buenos Aires y las principales ciudades del interior. Durante la noche, las tropas habían rodeado numerosas plantas industriales y ocupado...
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