Gomez

ufeff 22/05/56
Querida Héléne:
He visto algo que de repente creía invisible. El fin del mundo.Aquí nadie sabe cuántos años tengo, siento que mi vida llueve, frente a mis ojos, como un espectáculo quieto. Hay quienes dicen: Tiene algo dentro, una suerte de infelicidad. De vez en cuando, en losdías de viento, bajo hasta el lago y paso horas mirándolo, puesto que, dibujado en el agua, me parece ver el inexplicable espectáculo, leve, que había sido mi vida. Es un dolor extraño lo que sientoaquí.
Pero después me acuerdo aquellos días en los que compartía junto a tu lado. Tú más que nadie sabes que soy uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedentecualquier aspiración a vivirla. Habrás observado que soy de esas personas que contemplan su destino de la misma forma que la mayoría acostumbra a contemplar un día de lluvia. Como si estuviesecumpliendo un extraño precepto, a donde quiera que fuera, ando en una soledad sin condiciones y absoluta. Recuerdo la última vez te vi, antes de salir, fueron tus ojos, fijos en los míos, completamentemudos. Mil veces busque tus ojos y mil veces tú encontraste los míos. Aquellas tardes en que me leías un libro en vos alta y eso me hacía feliz porque pensaba que no había otra voz tan bella como lo tuyaen el mundo. El día en el que me dijiste en vos baja – Es que soy muy feliz. Quiero que sepas que, siempre pienso en ti. He construido una pajarera, se llenan de pájaros, todos los que se puedan, ydespués, un día en el que suceda algo feliz, se abren sus puertas de par en par y se mira como vuelan libres. Tuve el aspecto de que estaba haciendo la cosa más hermosa de mi vida. Este día soñé, en quevolvía a tu lado y tú dulcemente me decías: Te amaré siempre. Y al escuchar eso me sentí en paz. Así que hoy a la mañana solté la pajarera. Vi que el cielo se tiznó por el vuelo de cientos de...