gonzalo
Siéntate y escucha atento: las lágrimas
del arpa caen fogosas por las finas cuerdas,
hilos de juventud que entrelazan la vida
y la muerte. Amor surge de este amor,
profeta,el amor es un volcán que finge letargo.
Siete veces abriré tu boca
antes del reencuentro, pero
no olvides la dulce melancolía
que la música libera desde sus entrañas.
Lo sé, el tiempoaparenta mucha
quietud que sin mucho esmero
nuestra paz duro violenta
la virgen estival en el horizonte.
Escucha más atento:
encontré a un generoso amigomientras te veía excavar las raíces
de árboles eternos; de las copas del infinito
caen sombras descorazonadas.
Y si he de dormir a solas,
pues sí, habitarás mis sueños,
y la virgen estival seentristece y juega,
de profundis, felicidad, amargura, perfección.
No, joven Mercurio alado,
Os ruego, no lo hagas.
Imploro arrodillado.
Cuando las flores
Ya está la noche en su refugio salvaje;los lobos y las sierpes,
los ríos calurosos,
y aún no sé por qué el alma vuela
cuando las flores devoran
la tierra con su luto.
Desierto
Cerrar la herida con agua
porque hemos desconfiadodel fuego
y es por ello que la Discordia
habita ahora nuestra casa:
pálida y amenazante,
pálida y traicionera,
pálida, vil, mutante
¡Qué dolor! Éste en mi pecho,me lo saco con el puñal
que dejo abandonado
bajo la severa luz de luna.
El sendero dela culpa
A pesar
del torbellino de granizo que
vino a turbarnos desvergonzadamente,
mi corona sigue en su lugar –
distante y en vigilia –
cuido de ti –
y mi aurora es un monumento
para laJusticia de los muertos.
“¡Ay de mí!”, reconocí
en un momento, “¡Santísimo Júbilo!”
Todo lo fui y ahora
que mis alas han vuelto
regreso a tus brazos sin nombre.
- sólo un rostro -
- sólo un...
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