Gordita Horrorosa
Gordita horrorosa
Susana Cordero de Espinosa * (Sept. 2007)
¡Que lindo título me regaló el presidente, sin comerlo ni beberlo!, quiero decir que sin haber tenido arte ni parteen el asunto, ¡zas!, el titulito me cayó de perlas por aquello de la polisemia y de la denotación y la connotación... Además, me ha hecho reír por todo lo que ha girado alrededor de la frasecita,recibida con elegancia y garbo por la periodista cuencana Sandra Ochoa, pero con dolor de corazón y airada confesión de boca por ofendidos periodistas, víctimas en el altar de la comunicación,horadados en su amor propio por los siglos, aunque olvidaron el examen de conciencia y el propósito de enmienda entre las virtudes que, desde el catecismo infantil, requería la eternidad para concederel perdón...
Mientras una difícil tarea del escribidor es la de encontrar el título preciso que llame a la lectura del texto ofrecido por una inteligencia sensible, yo lo tuve hecho y derecho muchoantes de que esto que usted lee, existiera. ¡Gracias, pues!
Me encanta la susodicha expresión porque tengo una nieta, Maia, una gordita horrorosa de un año y diez meses, llena de vida, inteligenciay gracia -como sospecho que es doña Sandra, por la pregunta de apariencia inocente, pero de arduo contenido no exento de malicia, que formuló al presidente disgustado por intrascendentesintervenciones sucesivas-
“Señor presidente, ¿que podemos, entonces, preguntarle?”.
Y tomó tan de sorpresa al mandatario, que este tuvo que esperar tres días con sus noches para intentar el exabrupto... PorqueSandra se portó horrorosa, tal como mi nieta gordita:
traviesa, aguda, fina, juguetona consigo misma y con el presi...
Vamos a lo de la polisemia: en lugar de aburrirme buscando en el comentariode don Rafael el machismo voluble que le asignan o de fastidiarme por la ofensa, asumo con mi libérrima voluntad que Sandra es ‘horrorosa’ porque es segura de sí misma, clara y tajante, y no se...
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