Gordon es el nombre

No conozco a nadie que el olor de un buen cafe chiapaneco por la mañana no lo ponga de buenas, pero tampoco conozco a nadie inmune a la irritabilidad del metro en la ciudad de México. Ojos rojos ychiquitos se mezclan con los bostezos mañaneros en la fila para comprar el boleto de 3pesos, que para los mas audaces y madrugadores, con esos tres pesos pueden cruzar la ciudad; demostrando unaincreíble capacidad para adaptarse al entorno, el chilango promedio se ha convertido en experto para apartar el lugar que albergará sus aplastadas nalgas durante la travesía de todos los días: una hora, doshoras, dos horas y media; los que todavía van dormidos y no alcanzaron lugar, solo tienen que preocuparse por mantener el equilibrio durante pocos minutos, en breve el vagón del metro —al instante quesuena el esperado "piiiip"— no cabrá un alma más,  y entonces podrán recargarse unos con otros para disfrutar de un sueño furtivo de pie.

Hasta los torniquetes de  la entrada llega el olor detamales y atole que vende la señora a las afueras, los gritos provenientes de la base de camiones peleando por peatones apresurados y automovilistas estresados al tono de cláxones desesperados componen elcotidiano ambiente mañanero.

La estatura promedio en México esta por el metro setenta. Los desafortunados y desafortunadas que apenas llegan al metro sesenta, tienen la desventaja de estar a laaltura perfecta para recibir todo tipo de olores extraños, pero perfectamente reconocibles. Ni modo, cuando te toca, te toca. Pero si se trata de ganar un preciado lugar o escabaullirse entre la gente acausa de la prisa, son los primerísimos en llegar.

La lectura matutina es indispensable, por lo menos 1 o 2 personas en el vagón que les importa estar al día con la información, invirtieron en elperiódico "El metro" o "El gráfico". Pero ¿de qué sirve estar informado, si no se comunica el mensaje? La lectura comunitaria es una de las mejores maneras de hacer el tedioso viaje mucho mas...