Goya
Hace unos meses, con la muerte de LuisRodríguez Palillo, a quien se le atribuye la creación de la porra universitaria el Goya, algo quedó claro: que no quedaba claro ni el surgimiento ni el sentido de esa porra. El autor de esta nota revisó varios periódicos, incluso los estrictamente deportivos, y todos comenzaban el despacho más o menos del mismo modo. Así empezaba, por ejemplo, el de El Universal (agosto 17, 2005): “Luis RodríguezPalillo, creador de la porra universitaria el Goya, falleció ayer a los 80 años por causas no especificadas. Rodríguez fue pionero del tradicional festejo que tiene sus orígenes en los años cuarenta, cuando ingresó a la preparatoria”, etcétera. Este etcétera es para indicar que todos los diarios consultados decían lo mismo en la continuación de sus respectivos textos, y decían lo mismo porque nohacían sino reproducir lo que está sobre el asunto en el sitio web de los Pumas de la UNAM. Es de suponerse que el departamento de prensa de los Pumas dio la noticia y cuando los reporteros preguntaron por el origen del Goya ese mismo departamento los remitió a la página de los Pumas, y todos tomaron de ahí esto que dice, literalmente:
“En la primera mitad de los años cuarenta, llegó a laPreparatoria un escuálido muchachito llamado Luis Rodríguez, quien por su extrema delgadez fue apodado Palillo, estudiante que al paso del tiempo se convertiría en el más dinámico porrista del duro deporte de las tacleadas.
“Palillo, quien tenía grandes dotes de líder se las ingeniaba para negociar con los encargados a los cines aledaños a la Preparatoria, para que permitieran pasar a algunosestudiantes sin pagar boleto. Los cines en cuestión eran el Río, el Venus y el más cercano a la Preparatoria, EL GOYA, que estaba en las calles del Carmen casi frente a la Hemeroteca Nacional. Cuando se buscaba matar el día' o irse de pinta al cine', se gritaba ¡GOYA!, ¡GOYA!; tiempo después se agregaron las palabras ¡CACHUN!, ¡CACHUN! ¡RA, RA!, que al decir de los conocedores de esa época hacíanalusión a que una chica había accedido a acompañarles al cine. En ese entonces la palabra cachún' equivalía a cachondear'.
“Así, el ¡Goya! fue grito de reunión para la sana distracción y posteriormente los jugadores de futbol americano lo tomarían como su grito de guerra, ya que Luis Rodríguez, el popularísimo Palillo, lo supo conducir con vibrante magnetismo, haciendo temblar a los graderíos einvocado por decenas de miles de gargantas, premiaban y conducían a dejar sobre el emparrillado la vida misma si fuera necesario, por lograr una victoria para la Universidad”.
La lectura de lo anterior se llena de preguntas. ¿Palillo gritaba nada más “Goya”? ¿Cómo que “luego se agregaron” las palabras que siguen, así nomás? ¿Y no suena como a que los “conocedores de la época” no supieron quédecir del “cachún” y lo asociaron por facilismo con “cachondeo” en una salida por demás anacrónica? (¿No pudieron ser algo más inventivos y decir que el cachún “equivalía en ese entonces” a quitarse las cachuchas, blandirlas y después lanzarlas al aire?) Y el RA, RA: ¿acaso era el Palillo o eran “los agregadores” expertos en mitología egipcia y añadieron el RA, RA para invocar o celebrar dos veces...
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