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La Comisión se ve atrapada a medio camino entre las peticiones de Grecia de mayor flexibilidad en su plan de ajustes —más tiempo para dejar el déficit en el3%, unos intereses más bajos por el rescate…— y la negativa de Alemania y sus aliados del norte a hacer concesiones de calado. Los portavoces comunitarios llevan días repitiendo la misma cantinela:no habrá un pronunciamiento definitivo hasta conocer la opinión de la troika (Comisión, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
No está claro cuándo tendrán listo su informe losinspectores, que aterrizarán en Atenas a principios del próximo mes, pero el resultado podría llegar a finales de septiembre o principios de octubre. De los hombres de negro que viajen a Grecia dependerá laconcesión del siguiente tramo, de 31.000 millones de euros, de una ayuda vital para que el país no caiga en la bancarrota.
Para lograr el plácet europeo, el Gobierno de Samarás ya se habíacomprometido a recortar 11.500 millones de euros, pero algunas fuentes apuntan que estaría dispuesto a aumentar esta cantidad en 2.000 millones. Más recortes que supondrían un duro golpe a una economía queeste año amenaza con contraerse aún más que en 2011, cuando cayó un 6,9%.
Pese a que en los pasillos de Bruselas son cada vez más frecuentes las referencias a la posible salida de Grecia del euro, la...
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