Graffitti, Stencil, Arte encontrado, Marcel Duchamp
Además, este sistema tiene la ventaja de estar al alcance de todo el mundo. En principio, no necesita del arte pictórico. No está tan lejano como los graffitis tradicionales que requieren saber dibujar, dominar las dimensiones, el volumen. O que no tiemble el pulso durante el trabajo a mano alzada. Con la plantillafabricada, no queda más que tener cierto tacto al pintar la pared y conseguir el objetivo deseado jugando con texturas, colores, posiciones y repeticiones. Eso sí, para la fabricación de las propias plantillas sí que se necesita de la originalidad, de la alegría creativa y hasta un poco de gamberrismo. A partir de ahí, todo es coser y cantar. No requiere más esfuerzo de apretar el spray una yotra vez sobre la plantilla: la pared quedará impregnada de la esencia de la comunicación social, juvenil, revolucionaria, con ganas de cambiar las cosas. Una vez dominada la técnica, cualquier muro en blanco reclama a gritos ser parte de ese foro social con gran poder de visibilidad. Y de comunicación para expresar los temas de preocupación de los jóvenes, en sus opiniones e inquietudes.
Además,como soporte de comunicación le sirve todo. Paredes, puertas, columnas, farolas, papeleras, contenedores, ladrillos, verjas, escaleras, barandillas. Cualquier rincón es válido para plasmar la idea, dejar la firma, comunicarse con los amigos o retarse con otros graffiteros. Pero de buen rollo. Sin problemas. A ver quién tiene la idea más original. A ver quien es más conocido. A ver de quien hablan enlos foros de arte callejero. A ver cuales de todos los plantillazos no son borrados, cuáles permanecen durante más tiempo. Porque muchos, la inmensa mayoría, acaban siendo borrados por las autoridades.
Aunque violado, irrespetado e ignorado, el derecho a la libertad de expresión todavía existe en el papel, hace parte del ser ciudadano y de la esencia misma del hombre. Pero cuando hay que guardarsilencio porque se imponen la censura y el mal llamado control ciudadano, hay palabras que se niegan a permanecer guardadas y a quedar en el olvido.
Levantarse contra el sistema, cualquiera que este sea, es una de las reivindicaciones de la condición humana; pero cuando la represión y la censura son realidades predominantes, surge para algunos, en medio de la clandestinidad, la posibilidad dealzarse en armas y fijar las posiciones que de otra manera no saldrían a la luz pública.
Es esa necesidad la que ha hecho que hoy, en esta ciudad, las paredes cuenten historias. Hablan de religión y de política, piden libertad, critican y disienten. Estos muros se han convertido en lienzos de rebeldes que no quisieron reprimir sus palabras.
Cuando muchas voces no pueden ser escuchadas, nos...
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