Grafopsicólogo y Mágister en Investigación Educativa

SOMOS IGUALES
Anamaría Correa
anamariacorrea@gmail.com
La década del setenta significó mucho para mí. Tuve una fantástica adolescencia; nació
Toby, mi hermanito; aproveché por tres años, a través de mis padres, los beneficios que
antes tenían los profesores universitarios de irse al extranjero de sabático y de
“rotación” y los vivimos en España; me gradué de grafopsicólogo en la UniversidadComplutense de Madrid, aprendí guitarra flamenca, me hice “cantautora”, recorrí
Europa en mi “Guille”, un Citröen Dyane 6, que por ser un modelo más moderno que el
de Mafalda, se ganó el nombre de su hermano; cuando llegué a Venezuela, me inscribí
en Educación, gané la Voz Universitaria, me convertí en artista exclusiva de CVTV y
cuando ya mi ego era superior a mí, conocí a “Somos Iguales”.En fin, fue una década
inolvidable.
A finales de 1979 me llamó mi querida amiga de la adolescencia, Adriana Salzano, para
comentarme que pertenecía a un grupo musical cristiano que me quería presentar.
“Somos Iguales” había nacido por iniciativa de cuatro jóvenes, Sergio Ramos, Antonio
“Toñín” Escolano, Luis Chirivella y Nelson “Neyo” López. Los cuatro lideraban el
movimiento carismático enCarabobo, pero a ninguno les gustaban las canciones que
acompañaban los momentos de oración, así que decidieron componer sus propias
canciones para El Señor.
Tenían un cuarteto excelente y llegaron a grabar un cassette con varias canciones en un
estudio caraqueño, que también fue un éxito, pero les pareció que debían crecer como
grupo, así cada uno invitó a dos o tres amigos y, el 9 de agostode 1979, en casa de
Neyo López, el nuevo grupo tenía diez integrantes más: las hermanas Colosso, Panny
Heszele, Eduardo Sanoja, Francisco “Kiko” Arnau, las hermanas Salzano, las hermanas
Montanari e Ingrid Cisneros. Ese día nació “Somos Iguales”.
El 10 de mayo de 1980 alterné con “Somos Iguales” en una cena–show en honor a las
madres, en esa oportunidad cantó con ellos una nueva integrante,Gladys Osteicoechea,
que acababa de ganar la Voz Universitaria. Era una banda compuesta sólo por tres
guitarras y un teclado. En diciembre volví a acompañarlos en un show navideño. Ya
para esa fecha, el grupo era más grande, a Sergio se le ocurrió que “Somos Iguales”
debía tener banda completa y compró un equipo de sonido para lo cual puso en garantía
su “Machito”. Así se agregaron MoïraChalbaud, Patricia Muñoz, Fátima Ponte, Juan
Carlos Malpica, Jacobo Cubillán, Gabriel Otazo, Jorge Bello y varios muchachos de la
Orquesta Sinfónica Juvenil como Alexander Barrios, Marco Fiore, Humberto Meléndez,
y los hermanos García (Juan José y Javier “Salado”). Pero lo que para mí resultó una
sorpresa súper agradable fue ver a Alejandro Mata como nuevo integrante de este
maravilloso grupo deamigos, que además, sonaba tan bien.

Somos Iguales

A Alejandro lo conocí cuando era un bebé. Nuestras madres eran amigas y así, mi
relación con Miriam, su hermana, se fue fortaleciendo día a día. Para colmo,
estudiábamos juntas desde segundo grado en el colegio “Santa María”. A mí me
encantaba ir a su casa porque eran siete hermanos y nosotros sólo dos, Miguel Ángel y
yo.
A menudorecuerdo el día en que cumplí diez años, era un viernes gris y, como es típico
de junio, esa tarde llovía muchísimo. Mi mamá no me tenía fiesta, sólo una tortica para
picarla en familia. Me puse a mirar con tristeza cómo caía la lluvia, cuando de pronto, el
sol salió para mí. Llegó Bellita Mata con sus siete muchachos y un bolígrafo “paper
mate” anaranjado de regalo. Ése fue uno de los cumpleañosmás felices de mi vida.
Creo que ese mismo año, 1965, murió Bellita de un coágulo que se le alojó en el
corazón o en el cerebro; cuando uno está chiquito, no le dan muchas explicaciones. El
caso es que mi relación con los Mata se limitó a lo necesario, pero el cariño siguió
siendo grande. Por eso fue tan importante para mí encontrarme a Alejandro en “Somos
Iguales”.
Los ensayos se hacían...