Grandeza y decadencia de santiago del estero
DE HISTORIA, ARTE RELIGIOSO, ETNOGRAFÍA Y FOLKLORE
Nº 10 1959
SANTIAGO DEL ESTERO
ARGENTINA
GRANDEZA Y DECADENCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO
por ORESTES DI LULLO
Santiago del Estero no tiene paisaje. Su tierra es tan pasiva que uno concluye por cerrar losojos y olvidarse de ella. Cambia, pero es la misma. Y ahí está: ancha, muda, soledosa. Siempre presente. La historia se hizo historia trajinando en ella. Los siglos desaparecieron y de ellos no quedaron ni los restos. Muchos árboles, millones, nacieron y murieron en los bosques que esta tierra sustenta. Los ríos crecieron y se agotaron infinidad de veces. Las lluvias la anegaron, las sequías ladesecaron y los vientos se arremolinaron en polvaredas inclementes. Los animales, siguiendo el ciclo normal de la evolución, recorrieron muchas veces las etapas vitales, sucediéndose los unos a los otros, como los pueblos mismos, a través de generaciones interminables. Todo cambia en la tierra menos la tierra misma.
Pero para el santiagueño ninguna tierra cava más en su alma que esta tierra deSantiago, aunque esté desnuda de accidentes, aunque parezca no tener voz ni vida, y acaso por esto mismo... La tierra parece inexistente y vacía. Dormida de distancias permanece pasiva en su papel de sostener ese extraño y paradojal escenario que es el paisaje sin paisaje. A veces resulta fácil sentir un paisaje. Pero ¿cómo sentir un paisaje sin paisaje? ¿Cómo sentirle sin ese largo vivir en él,pues se trata de un paisaje que rechaza la fácil convivencia?
Santiago del Estero es más que nada la tierra del santiagueño, una tierra vestida o desnuda, pero donde vive la vida sus colores, sus sabores, sus olores, donde el cielo se mira con sus astros, donde viven los seres como pertenecientes a ella y no a otra tierra, y donde el hombre encuentra todo para su vivir, incluso el dolor.
Laserranía que apenas se levanta hacia el poniente y el sud no será nunca una montaña. Sus bosques no serán nunca la selva misionera. Sus ríos sólo serán ríos -¡y qué ríos!- dos meses por año. Y su llanura nunca será la Pampa. Pero hay en esta tierra algo que las otras tierras no poseen... y este algo es lo paradojal, antagónico y contradictorio de su geografía, de su clima, de su historia, de sudestino. Y luego, nada más que númenes tutelares, música, leyendas, viejos recuerdos, vetustas tradiciones, una larga pena cantada, esfuerzos inflorecidos y caducos y un inmenso dolor.
Puede afirmarse que a la par del alma santiagueña, es la tierra de Santiago, ancha y larga, la que marca su historia y destino donde caben todos los extremos y a veces sólo ellos: llanuras y bosques, serranías,esteros y salitrales, verdes lujuriosos y verdes secos, inundaciones y sequías espantosas, fríos siberianos y calores africanos, lluvias torrenciales y vientos secos, atonía y exuberancia, un sol sin sombras y unas noches blancas de luna.
Santiago es tierra donde se juntan los extremos. La pobló un extremeño: Nuñez de Prado, y otro conquistador la llamó “tierra de promisión” a la vista de lossembrados y de la fertilidad de su suelo.
Ya veremos que su grandeza y decadencia no son más que el resultado de esta paradojal sustancia que el hombre ha bebido de la tierra.
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Se inicia la historia. Llegan las expediciones de la conquista que España promueve: Diego de Rojas, Juan Nuñez de Prado, Francisco de Villagrán y Francisco de Aguirre. Estamos amediados del siglo XVI. Por extraño designio que habrá que aclarar convenientemente, estas distintas corrientes llegan todas a Santiago del Estero, aquí se quedan, aquí fundan poblaciones y aquí erigen la ciudad que será madre de ciudades. ¿Por qué en Santiago del Estero se cumple este destino? ¿Qué hay en esta tierra para que todas las empresas descubridoras, conquistadoras y pobladoras confluyan a...
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