Grecia clasica
Atenas, en cuanto al grado y a la calidad de su urbanización, se hallaba, junto con un número relativamente escaso de otros Estados, en uno de los extremos de la amplia gama devariedades que se dio entre poblamientos griegos. En el extremo opuesto se encontraban muchos Estados que no eran en absoluto ciudades, aunque, eso sí, ningún Estado careció totalmente de centros cívicos
No se llamaba polis a una coalición de Estados, fuera cual fuese el grado de libertad de sus miembros para formarla; ni a un distrito como Arcadia, que tenía una especie de existencia autónoma(aunque más bien en teoría) y comunidad de mitos, cultos y dialecto, pero que no era un organismo político; ni, en ninguna circunstancia, a los Estados bárbaros. Todas estas cosas, a ojos de los griegos, eran, cada una a su modo, algo esencialmente distinto de la auténtica comunidad política. Y en la diferencia no dejaba de tener su importancia el tamaño, pues consideraban no como mero dato accidental,histórico o geográfico, sino como una virtud necesaria el que la población se adensase en un territorio no muy extenso. Para decirlo con palabras de Aristóteles (Política VII, 1326 b), «un Estado compuesto de demasiada gente no será una verdadera polis, pues es difícil que pueda tener una auténtica constitución. ¿Quién podrá ser el estratego de tan enorme masa? Y ¿quién, si no Esténtor, podrá serheraldo en medio de ella?
La polis no era un sitio, un lugar material, aunque ocupaba, naturalmente, un territorio determinado, sino que era, en su esencia, el conjunto del pueblo actuando de común acuerdo y necesitado, por lo mismo, de un lugar donde reunirse en asamblea para discutir y buscar soluciones a los problemas que se presentasen. Era ésta una condición precisa, aunque no la única,para que hubiese autonomía.
En el plano ideal, otra condición para la genuina independencia era la de la autarquía, la de que la comunidad se bastase a sí misma para todo. Admitido que esta podía darse sólo en muy raros casos, si es que en alguno, pues los recursos materiales no estaban repartidos por igual (bástenos con hacer mención del hierro), sin embargo, aun dentro de los límites impuestospor la naturaleza, podía conseguirse mucho en este sentido. Hasta qué punto se lograra dependía, en parte, una vez más, del tamaño de la polis, la cual tampoco debía ser tan pequeña que no contase con mano de obra suficiente en todas y cada una de las diversas actividades que exige la vida civilizada, incluidas las necesarias para la defensa.
Durante el siglo VI en muchas comunidades alzó cabezael pueblo bajo y comenzó a actuar como fuerza política; pero a su demanda de mayor participación en el gobierno se contestó en seguida encareciendo la defensa de la santidad de la ley, la intangibilidad de un código que, aunque reconocía ya el derecho de todo ciudadano a una equitativa administración de la justicia, a intervenir tal vez un poco en el gobierno, e inclusive al voto y a otras...
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