Gresmex Exito de Emprendedores
Escrito por Angélica Pineda el 08 Ago 2014
Foto EE: Hugo Salazar
El fin de la década de los 90 fue un año difícil para muchos mexicanos. Para los hermanos Sergio y Gabriela León Gutiérrez significó quedarse sin trabajo. No se cruzaron de brazos. Dueños de un talento cultivado en la academia y pulido en el sector privado, los ingenieros juntaron susahorros, pidieron prestado a familia y amigos, y emprendieron su propio negocio.
El 2008 significó un parteaguas para la empresa mexicana que hasta ese momento fabricaba productos para el cuidado personal de empresas como Walmart, Soriana y Chedraui, así como artículos antibacteriales. Ese año, el hijo menor de Gabriela enfermó de retovirus y, ante la frustración de no tener productos que ayudarána mejorar su salud, se dio a la tarea de crearlo.
“Fue una sacudida como madre, como química y como empresaria. Sabiendo que no había nada que pudiera cuidar a mi familia, decidimos emprender un nuevo camino hacia la búsqueda de una nueva materia prima que, sumada a nuestra fórmula de jabones antibacteriales, fuera inocuo, no cancerígeno y biodegradable. Como realmente no hay nada en el mundocon esas características decidimos diseñar una nueva molécula”, relata la empresaria.
—¿Tu empresa estaba preparada para esta investigación?
—No, de hecho contratamos a un químico más experto en nanotecnología. Nuestro laboratorio es pequeño, pero bien equipado. Comenzamos a hacer las pruebas de diseño de la molécula dentro de la empresa y cuando creíamos que tenía la configuración la probábamosafuera, en un laboratorio que tuviera la objetividad para ver si servía o no.
Gresmex realizó 28 versiones de su nanomolécula y se apoyaron en laboratorios externos, universidades y organismos públicos como el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) para tener la objetividad y dar credibilidad a la tecnología “que en México es muy complicado”.
La meta era crear una moléculacontra virus, pero conforme se fue puliendo vieron que era efectiva contra hongos, bacterias, esporas y otros organismos. La empresa desarrolló entonces una línea de productos “neutralizantes” para el cuidado personal, pero por su naturaliza desinfectante, las soluciones se han extendido a los campos de la salud, ganadería, agricultura, incluso para la restauración de obras de arte.
“En una pruebade eficacia que hemos hecho, para tener la misma protección contra bacterias, con el cloro –con el que han comparado la eficacia de la nanomolécula- tendrías que limpiar una superficie cada 15 minutos, con nuestro producto cada 72 horas. Tenemos ventajas competitivas como el poder eliminar todo el espectro de bichos, patógenos, con el mismo producto, que además es inocuo y biodegradable”, asegura.ÉTICA ANTES QUE EL NEGOCIO
En marzo del 2009, México se vio envuelto en una pandemia de alcance mundial por el virus de la influenza A H1N1, que en dos años dejó más de 150 muertos. Las consecuencias sociales y económicas fueron cuantiosas para el país, debido en parte a que no había cura hasta ese momento.
“Cuando teníamos las primeras versiones de la nanomolécula fue la epidemia de lainfluenza en México. Nos dimos cuenta entonces que íbamos por buen camino y que había que apostarle en serio por el proyecto. Teníamos una versión que ya funcionaba contra el virus, sin embargo no quisimos salir por ética y para darle credibilidad a la tecnología. Tener los registros sanitarios de Cofepris era una medalla enorme para nosotros, porque era cumplir con todo el marco regulatorio. Hasta notenerlo totalmente certificado y aprobado por la Cofepris, no salimos.
“Nosotros hemos escogido, probablemente, el camino más complicado pero también el más certero, que es el de la ética”, agrega la científica y empresaria, quien asegura que desde 1940 no se había creado en el mundo una molécula con este tipo de aplicaciones.
El proceso de creación de la nanomolécula, a la que bautizaron...
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