Gritos y susurros

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“Gritos y susurros, Neuroarqueología del lenguaje verbal”.
Amanda Céspedes Calderón.
Extraído de Revista Calpe y Abyla Nº2 Talento Lingüístico, 2011.

Si queremos entender de qué manera lahumanidad ha logrado evolucionar al punto de crear distintas lenguas para así poder comunicarnos, más allá de analizarla como una herramienta necesaria para el quehacer cotidiano, sino que observarlaen el sentido de cómo esta, determina la forma de aprendizaje en una persona. En nuestras sociedades, ya completamente avanzadas respecto a tecnologías, culturas, pensamientos, elogiamos y fomentamosal estudiante que posee habilidades mentales radiantes en cuanto a su manera de aprender nuevas teorías, lenguas, cálculos mentales, etc. Pero, seguimos siendo completamente araicos cuando nosenfrentamos a aquellos niños/as que tal vez el acto de comunicarse, de aprender o expresar y practicar todo lo nuevo aprendido en las aulas y en el cotidiano, es sumamente complejo. Y lo encasillamos encategorías patológicas que crean una brecha entre la sociedad y el humano “distinto” porque somos incapaces de fomentar, tal vez, las otras cualidades magníficas que pueda poseer.
El primer paso del serhumano, en su evolución, es agruparse. Agruparse para realizar labores de caza, búsqueda de alimentos, etc. Tan trascendental ha sido este suceso que aún repercute en el orden y jerarquías de cómo seorganiza nuestra propia sociedad. El hombre al cohesionarse, determina y comprende el poder que tiene sobre la naturaleza al saber que puede conseguir lo que él necesite gracias a ella, y a su vez, amedida que evoluciona, se traslada, crea, se comunica, comprende que ese vínculo, también lo tiene con sus pares. Es ésta quién determina los alimentos, el abrigo, el modo en el que viven, pero sonsus pares quienes a través de las redes de ayuda y el trabajo interdisciplinario (trabajar de acuerdo a las distintas tareas en las que se agruparon en función de conseguir alimento, casa abrigo),...