grupo 1
1
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Leer el texto y subrayar los conceptos principales.
2. Realizar un glosario con los términos más relevantes del texto.
3. Buscar el léxico desconocido como así también datos y nombres que aparecen en el
texto y sobre el autor del artículo.
AÑO 21 junio 2000 2
R E V I S T A L A T
Daniel Cassany es doctor en Ciencias de la Educación y profesor de Análisis del Discurso de la
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona, España). Ha publicado varios artículos y libros sobre didáctica
de la lengua, comunicación escrita y análisis del discurso.
D
ANIEL CASSAN
Y
De lo analógico a
lo digital
El futuro de la enseñanza de la
composición
Comunicación y desarrollo1
El lenguaje verbal es uno de los elementos asociados al proceso de hominización. Si bien el
material genético de humanos y simios tiene muchas más coincidencias que diferencias, suele
aceptarse que el habla (desarrollada hace entre 150.000 y 75.000 millones de años) constituye
uno de los instrumentos fundamentales de construcción de las comunidades humanas. Según los
antropólogos, si no habláramos quizá todavía viviríamos en clanes familiares o en pequeñas
tribus, como los chimpancés, porque el diálogo y la conversación sirven, entre otras cosas, para
repartir el trabajo, coordinar esfuerzos y estructurar las personas en organizaciones complejas
(empresas, ciudades, estados) que permiten conseguir objetivos inalcanzables para un individuo
aislado.
La técnica es otro de los motores del desarrollo. La invención de la escritura hace 3.000 años
ensanchó las prestaciones del habla y supuso avances incuestionables en el devenir humano. Con
la grafía el habla se cosifica, despersonaliza, descontextualiza, objetiviza, entre otras facultades
(Cassany, 1999: 42), lo cual posibilita el desarrollo de géneros comunicativos nuevos: la
correspondencia, el inventario de hechos, la descripción objetiva, etc. Algunos de los cimientos
más significativos de nuestra civilización clavan sus raíces en la escritura: el nacimiento y la
expansión del comercio, la consolidación de la democracia como sistema político, o la
construcción del paradigma técnico científico como explicación más plausible y unánime de la
realidad (con su empirismo, búsqueda de objetividad y precisión, razonamiento lógico). Del
mismo modo, el desarrollo en el siglo XX de las tecnologías del habla (telégrafo, telefonía, etc.)
y de los medios de comunicación de masas (radio, periodismo, televisión, etc.) tuvo una
influencia indiscutible en los procesos de interacción (intercambio, colonización cultural,
dominación política, etc.) y globalización de las distintas comunidades humanas.
En los albores del siglo XXI estamos asistiendo –si es posible de modo todavía más
acelerado– a una enésima expansión de la capacidad comunicativa humana. Me refiero a la
expansión del soporte digital del lenguaje (computadoras, pantallas, teclados, internet, etc.) como
complemento o sustituto del soporte analógico tradicional (sonidos, ondas hercianas, papel,
libros, etc.). En apenas dos décadas (la primera computadora personal saltó al mercado en 1982),
los sistemas de representación y transmisión de información por dígitos (soporte o entorno
digital) se han generalizado y hoy son tan habituales como los analógicos, que representan y
transmiten datos con elementos físicos, compuestos por átomos: sea el habla (voz, sonido, labios)
o la escritura (papel, libro, máquina de escribir). El día a día se ha llenado de correos electrónicos
o emails, charlas online o chats y webs o sitios en la red (internet), al mismo tiempo que se ...
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