Gruta Cosquer
A unaprofundidad de de unos 37 metros a Henri no se le ocurrió otra cosa que meterse por una pequeñísima cavidad en el fondo del acantilado, pero como era un buceador experto supongo que no le supuso ningúnproblema. Siguió buceando por un estrecho pasadizo de 160 metros de longitud hacia arriba y de pronto se encontró con una gran cámara en la que había aire. En ese punto había superado el nivel del mar,pero dentro de una cueva. Sacó su cabeza del agua y ¿qué se encontró?, pues un montón de pinturas rupestres que se habían conservado de forma increíble. Muchas de ellas habrían desaparecido por elcontacto con el agua, pero las que se encontraban dentro de la cámara de aire estaban casi perfectamente. No quiero ni pensar lo que sintió.
Como podéis imaginaros, Henri avisó a las autoridadesfrancesas de su descubrimiento y el Ministerio de Cultura se presentó rápidamente para constatarlo, y además asegurar una protección con una verja a la entrada a la cueva. Desgraciadamente, unos buceadoresaficionados se enteraron del descubrimiento y quisieron ver la gruta, pero su inexperiencia en este tipo de galerías les hizo perderse, gastar su reserva de aire y morir. La verja protege elyacimiento de curiosos y también impide este tipo de accidentes.
Henri Cosquer se hizo popular e incluso escribió un libro sobre la cueva con muchas fotografías (cuya portada podéis ver en la foto superior)y además recibió el honor de que la gruta adquiriese su nombre. Se hicieron más inmersiones a la misma con expertos, que estudiaron las pinturas y otros restos en el suelo de la cueva que no se...
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