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Cuando mi señora esposa me pregunto de donde había sacado tan deliciosa gallina para el almuerzo de hoy, tuve que retroceder varias horas en mi mente para contarle, tanto a ella como a ustedes, losiguiente.
Me levante a las seis y media de la mañana cuando el gallo Florencio dio su primer canto de día martes, me vestí rápidamente, como era verano, aquí en el campo, bien escondiditos en lacordillera en la región del Bío Bio, con un calor sofocante que ni les digo, las ojotas no iban con mis calcetines de lana que mi Estelita, mi esposa, me habia tejido para mi cumpleaños, y con unospantalones arremangados hasta las canillas, camisa y chupalla, iñore, estábamos tiki taka para tomar un desayunito con huevito de campo, pan amasado del día anterior y un café cargao y recaliente paraandar avispado, cuando terminé mi reloj daba las siete y cuarto, así que le deje un desayunito preparado a mi viejita, tome mi canasta con semillitas para los pollos, verduras y los cultivos para ir avenderlos a la gran cuidad, pero antes les di de comer a mis animales y sacar unos cuantos frutitos de los árboles del campo y me fui a tomar la micro rural de Don Armando a las siete y media, a lasalidita no mas de mi casa.
Resultó que adentro de la micro había un gentío y harta bulla iñore, yo me dije a mi mismo “Tírate a dormir un ratito en la micro”, pero si cerraba los ojos era para no vera la señora Rosa que se sentó al lado mío, con una olla con agua caliente y una gallina que ella estaba desplumando, claro que muerta gancho, y otras dos que segurito iban a usar el traje de su amigadesnuda, nunca había estado la micro tan llena y hedionda iñore, al lado de Don Armando iba el Huaso Clemiro con sus chanchos sucios y corriendo de un lado para otro, chillando como condenados losrotitos, para que hablar de las liebres que tenia para vender ya que saltaban de un lado a otro en la micro y se sentaban encima de la cabeza de uno y asustaban a las señoras, y mucha gente con sus...