Guadalquivir
Lacus Ligustinus, Tartessos, Baetis, Wadi-al-Kabir, Río Grande...distintos nombres para una misma realidad,
un organismo vivo ycambiante que en su evolución ha sido testigo y mediador del paso de tribus, pueblos y
civilizaciones. El Guadalquivir vertebra Andalucía y es punto de referencia de unterritorio que traspasa mares
y océanos. No es una simple fuente de recursos, no es únicamente una vía de transporte, es un símbolo que
identifica un territorio y una población,generador de un paisaje, y una naturaleza modificada por el hombre.
. Si miramos al pasado, es algo que ya se ha hecho, desde el geógrafo e historiador
griego Estrabón,hasta actuales especialistas como Leandro del Moral Ituarte o María Dolores Cabra Loredo.
Sin embargo, nuestro objetivo es su difusión en un museo. Para ello contamos con lamejor de las
herramientas, el lugar. No solo hay que organizar un contenido dentro de un ámbito que llamamos museo, sino
que todo lo que lo rodeará es también ese mismocontenido.
Conocer el Bajo Guadalquivir es el primer paso, y experimentarlo desde la infancia una motivación que me han
lanzado ha analizar con detenimiento como mostrarlo.Evidentemente, no existe una única manera, y aunque
todos los aspectos de este río deben estudiarse de forma conjunta, se pueden extrapolar cuatro áreas
temáticas básicas:Historia, Intervención del Hombre (puerto de Sevilla) , Paisaje y Naturaleza, y Arte e
Iconografía.
"Hasta Hispalis suben grandes barcos de carga en un trecho de casiquinientos estadios. A partir de aqui se emplean embarcaciones menores para llegar a otras ciudades, la última de ellas Ilipa (Alcala del Río)”
Estrabón, siglo I a.C.
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