Guatemala una interpretación histórico social
Se presenta la sociedad precolonial, que encontraron los españoles, como una sociedad altamente civilizada. La realidad, por el contrario, según los datos que se tienen, muestran, sin lugar a duda, que llevaban un período largo, casi de un milenio, de decadencia. La argumentación que hace carece de base, sólo es con el propósito de presentar un análisismarxista de la realidad de esa etapa histórica y para poder achacar la decadencia a la labor colonizadora. Quiere presentar esa época anterior a la llegada de los españoles, como una etapa, uno de los pasos de la dialéctica, que estaba esperando el salto dialéctico. Para ello señala, como hipótesis sin fundamentar, de las que infiere conclusiones previstas por él: que había luchas de clases entrecomerciantes, guerreros, terratenientes, militares, etc.; y todo lo presenta como dinámica social, que daría paso, de no haber llegado los españoles, a «una unidad superior: el Estado» (p. 29).
A pesar del ateísmo del autor, presenta, con marcado sectarismo, grandes cualidades y valores morales en la religión que los indígenas practicaban cuando llegaron los españoles. Su propósito es enfrentarlacon la religión católica, a la que califica de antropocéntrica y a la vez extraña, frente a la indígena de un valor «cósmico» y común a toda América (p. 27).
No era extraño, porque así era, que los españoles consideraran a la religión que encontraron idólatra y politeísta. El autor, al no aceptar el carácter sobrenatural de la religión católica, la convierte en un elemento cultural más,«instrumento del colonizador» (p. 23).
En cuanto a su concepto de historia, él ha trazado una que se amolda al concepto de historia marxista; pero no se entiende cómo rechaza luego los siglos de historia posteriores como una reificación, donde, por el contrario, se dio una vida tensa de interesante labor cultural y de esfuerzos por desarrollar en todos los campos el nivel del país. Precisamente se hapretendido no cortar el hilo de la historia, como él dice (p. 31), no reificar -hacer una cosa-, sino evitar la desaparición de un pueblo, inyectándole nueva sangre, nueva vida; y precisamente el sentido espiritual que la colonización aportó, lo elevó a un orden muy superior -totalmente superior- del sentido materialista que iba llevando.
Por eso en el resumen del capítulo escribe de un modo totalmenteinjusto, al presentar toda la labor colonizadora de un modo falso y especialmente en lo que se refiere a la labor de la Iglesia y de la religión.
Capítulo II.- El nacimiento de la situación colonial.
Introduce modos de pensar y actuar en el indígena y en los conquistadores propios de siglos posteriores, olvidando el modo de ser y pensar de esa época. Al no aceptar la decadencia de lasociedad que encontraron los españoles, el atraso en todos los órdenes, y sobre todo, el espíritu de la empresa colonizadora, con todo el tesoro de espiritualidad, pensará -o mejor afirmará- que el deseo del conquistador por elevar el nivel espiritual y cultural del indígena «será un afán de justificar el sistema desigual creado por él» (p. 33).
El presentar la génesis del español que vino a Américacomo un producto orientalizado, fruto de tres elementos -el cristiano, el judío y el moro que convivieron durante ocho siglos-, tergiversa la realidad, puesto que el español de la Reconquista tenía un concepto claro de la realidad de su posición y sintió, desde los comienzos de la empresa, el fin a que estaba abocado. El nombre de cristiano no tenía solamente dimensión política colectiva paradiferenciarse del musulmán, sino carácter y realidad eminentemente religiosa. Tampoco la religión católica vivida por el español de esos siglos era un sincretismo formado por las ideas de las tres confesiones de los pueblos que habitaban la península.
Tampoco es concorde con la historia, la posición que se achaca a la Iglesia, en la colonización. Se pueden aplicar perfectamente las palabras de Pablo...
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