Guau
El gobierno de Luiz Inácio Lula de Silva anunció el 13 de noviembre el compromiso voluntario de reducir entre 36 y 39 por ciento los gases de efecto invernadero para 2020. Perorespecto de los volúmenes de 1990, como establece el Protocolo de Kyoto, significará un aumento de casi 21 por ciento.
La población de Brasil es la que en proporción más se ha manifestado preocupada porel calentamiento, según una encuesta del Centro de Investigación Pew: 90 por ciento de los consultados dijeron estar muy preocupados por el aumento de la temperatura y 79 por ciento dijeron estardispuestos a sacrificar crecimiento económico y empleos a favor del ambiente.
Brasil puede ser considerado una “sociedad con bajo nivel de carbono”, según José Miguez, coordinador de la ComisiónInterministerial de Cambio Climático, en entrevista desde Copenhague.
TERRAVIVA: ¿Además de las metas voluntarias, qué otras contribuciones lleva Brasil a Copenhague para justificar su liderazgo?
JOSÉMIGUEZ: El liderazgo brasileño viene desde la firma de la Convención sobre Cambio Climático en Río de Janeiro en 1992. Son brasileñas la propuesta que se adoptó en 1997 en Kyoto, como el Mecanismo deDesarrollo Limpio (MDL), la negociación en dos carriles, la Convención y el Protocolo, decidida en 2007 en Bali, y el mecanismo de reducción de emisiones de la Deforestación y Degradación forestal (REDD) de2006.
También lo es la reciente proposición, en el ámbito de la Convención, de Acciones de Mitigación Adecuadas al Contexto Nacional para países en desarrollo (NAMA, en siglas inglesas), que buscandestrabar las negociaciones.
Además, Brasil tiene una matriz energética limpia, por la sustancial generación de hidroelectricidad, y el uso de biocombustibles en los transportes. Y se hizo un gran...
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