Guerra azteca
Su culto a la guerra inundaba incluso sus creenciasreligiosas, donde su disociación sería incomprensible. Esto se aprecia desde el mismo momento del nacimiento, que era entendido como un campo de batalla lleno de dolor y de sangre. Tanto así que ha llegado a nosotros el rito de nacimiento que era iniciado por la misma comadrona que lo traía al mundo, quién alzaba al bebé sobre sus brazos mientras lanzaba cánticos de guerra y lo exhortaba con lassiguientes palabras: “Tu hogar no está aquí, porque eres un águila o un jaguar, esto es sólo un lugar donde anidar, la guerra es tu tarea. Debes darle bebida, alimento, comida al dios [sangre]. Quizá merezcas la muerte por el cuchillo de obsidiana [en sacrificio], que tu corazón no vacile, que desee, que ansíe el florecer de la muerte por el cuchillo de obsidiana. Que saboree el aroma, la frescura, ladulzura de la oscuridad”. Los niños pequeños destinados a ser guerreros eran presentados con escudos y flechas en miniatura que simbolizaban la meta de su futura existencia. Sus cordones umbilicales y las armas que se les entregaban eran confinados a guerreros veteranos para ser enterrados ceremonialmente en un campo de batalla.
Una vez alcanzada la edad adulta, su vida estaba destina por y paraderramar sangre en el campo de batalla y lograr víctimas propiciatorias para sacrificar a sus dioses. No había nada más viril y honorable para un guerrero azteca que la muerte en el campo de batalla o en el altar de sacrificios. Tanto así que los hombres que fallecía de ésta manera, así como las mujeres que perecían en el parto, eran considerados merecedores de otra vida ultraterrenal. Por elcontrario, todos los demás, independientemente de su status y rango, debían vagar durante cuatro años por el inframundo hasta que recalaban en su lugar más bajo (al que llamaban “Tierra de los Muertos” o “Nuestro Hogar Común”), donde debían presentar sus regalos al Señor de la Muerte y luego desaparecían en las sombras. Fue éste un tema que inspiró profundamente a los poetas aztecas, uno de los cualescantaba: “No hay nada como la muerte en la guerra, nada como el florecer de la muerte, tan preciosa al que da la vida. Ya la veo ¡Mi corazón la ansía!”.
La misma configuración del territorio del valle de México fue caldo de cultivo para un estado continuo de guerra: la multitud de ciudades-estado, la riqueza agrícola de la región por el uso de las chinampas (huertas flotantes de loslagos de agua dulce), la abundante población… El que podía sembrar el terror en los corazones de todos los demás era el que dominaba y gobernaba, y podía extraer el mayor tributo. Una estimación moderna sugiere que una familia podía sostenerse todo el año de los frutos obtenidos en sólo unas siete semanas de trabajo en las chinampas. Parte del excedente de la cosecha iba a alimentar las ciudades enforma de tributo, pero quedaba un excedente de trabajo que dejaba a los hombres libres para dedicarse a las actividades militares. Un efecto de ello fue producir una estructura social jerárquica, en la cual emergían diferentes grupos de gente, como las clases guerrera y sacerdotal.
La toma de Culyuacan en 1367 por los mexicas al servicio del rey tecpaneca Tezozomoc (Manuscrito de Tovar).La conquista
de una ciudad enemiga se reflejaba en el mundo mesoamericano con la destrucción e incendio de su templo principal.
En un mundo de estados en conflicto, había mucho que ganar, como los aztecas no tardaron en descubrir, refinando el arte de la guerra. Los códices aztecas, los relatos españoles de la conquista, y las evidencias arqueológicas, muestran que la tecnología militar en...
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