Guerra de los trinta años

LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS: PERÍODO SUECO
POR
JUAN FERNANFO CEBALLOS RIVERA
HISTORIA GENERAL III
PROFESOR
JOSÉ MANUEL SERRANO
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MEDELLIN
2014
Aunque al principio la guerra de los treinta años se manifestó con matices meramente religiosos en donde la gran división eclesiástica que trajo consigo los conflictos entre los grandes partidarios de la reforma contralos simpatizantes de la contrarreforma, esta se acrecentó de manera desmesurada adquiriendo un carácter más que religioso, en donde se pusieron a prueba todas las grandes potencias europeas y la cual desoló enormemente al viejo continente, trayendo consigo un cambio significativo para Europa en los siglos venideros, en cuanto a configuración política y territorial se refiere, sin contar con elcambio acontecido en la mentalidad religiosa y un viraje bastante fuerte en la comprensión de la geopolítica de este continente.
Haciendo un esbozo breve del origen de la guerra, este escrito planea simple y básicamente concentrarse en un periodo dentro del conflicto, el periodo sueco que comprende aproximadamente el periodo de 1630 a 1635.
Ya mencionamos, que la esencia misma del conflictotrascendió la esfera religiosa. El contexto de la guerra, que fue básicamente en los territorios del Sacro imperio romano germánico, entendió el motivo religioso como un pretexto para generalizarse en un conflicto que involucro, lentamente, a las grandes potencias europeas, las cuales, buscaban desde hacia tiempo, la hegemonía en el continente, y para ello debían enfrentarse con sus estados rivales.Varias características especiales sobresalen en este conflicto. Uno de las más llamativas y dicientes, fue la de contar con una formación generalizada de mercenarios o soldados de fortuna, acarreando la devastación masiva de grandes territorios, los cuales fueron saqueados para garantizar un suministro eficaz y constante en los ejércitos de los bandos beligerantes.
Todo esto se conjugo coninnumerables hechos desastrosos para la demografía centroeuropea; las constantes hambrunas eran infatigables sumado a constantes enfermedades que diezmaron considerablemente a los estados alemanes implicados, como también a Italia y gran parte de los Países Bajos, sin mencionar que fue un duro golpe para las arcas de las potencias implicadas, llevando a la bancarrota a varias de ellas y con una difícilsituación monetaria para hacer frente a la guerra.
El ámbito del Sacro imperio fue el más afectado, en donde cerca del 30 por ciento de su población se vio reducida, y dada el insistente llamado a prestar las fuerzas masculinas en la contienda, la cantidad de hombres se redujo en un porcentaje cercano al cincuenta por ciento.
La fragilidad de la paz de Ausburgo, en donde, en el año de 1555, elemperador Carlos V firmaba un acuerdo con los príncipes alemanes luteranos, no había sino, con el tiempo, avivado los rencores y odios y estaba preparando el terreno para lo que sería la máxima rencilla definitiva entre los católicos y los protestantes. Pero ¿Era este el motivo suficiente para desatar una guerra devastadora cuyas consecuencias son palpables incluso décadas y décadas después? El mediosiglo que había pasado desde la paz de Ausburgo fue el caldero para mostrar que los odios y las aspiraciones expansionistas entre las potencias estaban más vivas que nunca y que, no había otro momento para hacerlas realidad, así pues, las tensiones entre los “grandes” se hicieron más notorias. España, quien estaba interesado más que nunca en los principados alemanes, debido a que poseíaterritorios como Flandes y el Franco condado al lado oeste de los estados alemanes, pretendía hacerse con estos territorios, para continuar así su periodo de expansión durante el reinado del Habsburgo y Austria menor, Felipe III.
Sin embargo, no era la única potencia interesada en los codiciados estados alemanes; Francia también había puesto su mirada sobre ellos, impulsada por el deseo ferviente de...