guerra de palestina e israel
comúnenprincipios y en formas de orientarse en el mundo. La cultura de una Nación es indispensable para el establecimiento de una sociedad independiente; es el nexo que a través de los años se va tejiendocomoel mejor de los trajes, firmes y seguros. Sin embargo, una idea de Nación no puede tener sustento si no ha de consignar el medio físico por el cual prolongar su estabilidad política y económica.Esasí como el territorio de un pueblo es necesario para la conformación de una identidad nacional.
Durante el pasado siglo XX, las dos guerras mundiales marcaron una serie de desenlaces que mástardevan a ser trascendentales en el destino de muchos pueblos. Dentro de este grupo, hay algunos casos que podrían dirigir esta tesis de una manera más concreta. Tenemos el caso de Israel,pueblomalherido por actos genocidas y divisiones eternas, pero que consiguieron mantener cierta identidad a pesar de no haber mantenido una unidad territorial. Tal caso es interesante de entender, puesto queIsraeles de esos pueblos que vivieron amarrados a una historia religiosa, causa de mucho sufrimiento y dolor que marcaron un siglo inundado de guerras, pero que aumentó un deseo de forjar undestino, unaidea de Nación territorial.
Entonces, ¿el territorio es necesario para la conformación del pueblo Israel moderno? Absolutamente si.
El pueblo de Israel, antes de conformarse como Estadomoderno,mantuvo una unidad en base a un pasado espiritual y religioso común. Pero no era más que eso, un pueblo con una idea de Nación. A partir de una serie de hechos derivados de la segunda guerramundial,que desembocaron en el control Británico de territorios árabes y palestinos, y luego en una serie de conflictos que reafirmaron la posición de Israel, declaró su independencia en 1948.
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