Guerra del agua
En una consulta popular, en la que participaron más de 60,000 personas, se exigió la cancelación del contrato de concesión con Aguas del Tunari.
La huelga general se extendió por cuatro días hasta que el gobiernoprometió la retirada de los anunciados aumentos tarifarios, que en algunos casos suponían 20 dólares.
En una consulta popular, en la que participaron más de 60,000 personas, se exigió la cancelación del contrato de concesión con Aguas del Tunari. Aumento de la tarifa
Como una cláusula contractual que convino Aguas de Tunari, se tenía el pago de 30 millones de dólares de la deuda acumulada porSEMAPA. También acordaron financiar una extensión del sistema del agua y comenzar un programa de mantenimiento muy necesario sobre el sistema existente del agua. Dider Quint, director del consorcio, mencionó "Éramos conscientes que podríamos poner este programa en ejecución en un período del tiempo más corto que el que estaba requerido por el contrato. Para lograr esto teníamos que aumentar latarifa de agua, y nivelar por todos los aumentos que no habían sido puestos en ejecución antes."
Además, para asegurar el contrato, Aguas del Tunari tuvo que prometer al gobierno boliviano la financiación para la terminación del Proyecto Múltiple Misicuni, atascado durante varios años y que consistía en la perforación de un túnel de 20 kilómetros para el trasvase de agua a través de las montañas(Cordillera Tunari) y que dotaría de agua potable y riego a Cochabamba, además de generar energía eléctrica. Empero el Banco Mundial la había juzgado poco rentable, mientras que el consorcio no tenía ningún interés en la construcción de la presa, pues fue dejada a un lado por un miembro influyente de la megacoalición de Banzer, el alcalde de Cochabamba Manfred Reyes Villa. Una tentativa deprivatizar el sistema de agua había sido hecha sin la condición de construir la presa en 1997, pero Reyes Villa había utilizado su influencia para aplastar el reparto. Los críticos del alcalde sostuvieron que la presa era un "proyecto de la vanidad" que beneficiaría a "algunos de sus soportes financieros principales".
Los funcionarios en Bolivia para Aguas de Tunari eran sobre todo ingenieros quecarecían de la experiencia en la comercialización. Eran también extranjeros que desconocían de las dificultades de la sociedad y de la economía boliviana. Al tomar control, la compañía levantó las tarifas del agua en un promedio de 35%, a cerca de $20 por mes como tarifa mínima. Mientras que esto parece minúsculo en las naciones desarrolladas de las cuales el personal de Aguas de Tunari había venido,muchos de sus nuevos clientes solamente perciben cerca de $100 por mes. En la ignorancia completa de la realidad de su situación, un encargado para el consorcio, Geoffrey Thorpe dijo simplemente que "si la gente no pagaba sus cuentas del agua se le cortaría el servicio". Ya el servicio, por ser escaso, era regulado por horarios y zonificado, por tanto esta declaración generó en las familias dediferentes clases sociales el rechazo al incremento y cobro de un servicio que en algunas ocasiones no llegaba a sus domicilios. Esta situación inició en enero del 2000. Dirigentes de sectores sociales intentaron dialogar con el gobierno, y acudieron junto a la iglesia católica a una reunión en la Prefectura (hoy Gobernación), dirigida por el Prefecto Hugo Galindo Saucedo, el Alcalde Manfred ReyesVilla, el Monseñor Tito Solari, Arzobispo del departamento, Oscar Olivera, dirigente fabril y de la Coordinadora del Agua, Omar Fernández, dirigente de los regantes, y representantes del Gobierno, que se vieron sorprendidos al ser detenidos en pleno diálogo y encarcelados por algunas horas en celdas de la Policía Técnica Judicial (PTJ). Ya la revuelta y protesta crecía con una vigilia en las...
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