guerra
Reunión en Puesto Merino de los comandantes en jefe de ambos ejércitos después del armisticio, 18 de julio de 1935).
E. Martínez Thedy (Uruguay), Luis A. Riart(Paraguay), Tomás M. Elío (Bolivia) y Carlos Saavedra Lamas (Argentina) negocian la Paz del Chaco.
Sello postal con escudos del Paraguay y estados garantes: Argentina, Brasil, Chile, Perú, EstadosUnidos y Uruguay.
Sello postal en homenaje a los soldados paraguayos.
Sellos de ambos países reclamando el Chaco.
La duración, los malos resultados y la lista de bajas acrecentaron eldescontento del pueblo boliviano ante la guerra. Solo los militares sostenían que con tiempo y recursos todavía se podía alcanzar la victoria. Pero esta actitud era solo para salvar las apariencias. En mayode 1935, en plena ofensiva boliviana sobre el río Parapetí, el coronel Ángel Rodríguez expuso que para alcanzarla se necesitaban 50 000 hombres, 500 camiones, gran cantidad de municiones y recursosmonetarios suficientes para sostener el aprovisionamiento del ejército por largo tiempo.[130]
"Si no disponemos de estos elementos, que son indispensables, la paz debería ser aceptada ahora que ambosejércitos están equilibrados".
Coronel boliviano Ángel Rodríguez (Querejazu Calvo, 1981, p. 464)
El día 5 de junio de 1935, en Buenos Aires (Argentina), miembros de la delegación boliviana queanalizaban el cese de las hostilidades consideraron que debía pedirse la opinión del comando del ejército, general Peñaranda y coronel Toro. Ante este requerimiento, el representante del ejército bolivianoen la delegación, coronel Ángel Rodríguez, afirmó: «El comando soy yo». Años más tarde explicaría los motivos de aquella afirmación:
"Tenía en mi conciencia que esta afirmación podía hacerla con másderecho que cualesquiera de los dos que habían quedado en Villamontes, planeando disparates [se refiere a Peñaranda y Toro] […] enseguida pregunté al ministro de Hacienda, señor Carlos Víctor...
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