Guerreo de luz

La mantis religiosa[1]
Alejandro Sieveking
PERSONAJES:
LINA
ADELA
JUAN
APARICIO
LLALLA
TERESA

P R I M E R A P A R T E

Oscuridad prolongada.
Al abrise el telón se ve una pieza grande y oscura. Debe dar la sensación de una habitación inmensa. Las paredes están empapeladas con un morado casi negro. Alcenro, bajo una lámpara de cinco globos blancos que producen una luz difusa, un sofá anticuao, una mesa larga y baja con cubierta de felpa y dos sillones. Alformbra. A la izquierda, un gran reloj de pie. A la derecha un mueble barroco donde hay libros y cajas de madera. Al fondo una gran puerta de madera con tallados. A la derecha, una pesada cortina de felpa que oculta la puerta que da al recibo. Ala izquierda, una cortina exactamente igual que da al interior de la casa.
A un lado, en segundo plano y a la derecha, dos maniquíes con trajes de novia inconclusos.
Por la cortina de la izquierda entra LLALLA con una bandeja de loza con largas tajadas de queso. Deja la bandeja sobre el mueble. Le quita las fundas al sofá y a los dos sillones y las dobla cuidadosamente. LLALLA tiene cuarenta ycinco años, no usa nada de maquillaje y está vestida de riguroso luto. Se detiene un momento y escucha, sin moverse, como si hubiera sentido un ruido en la pieza del fondo. Sale llevándose las fundas. Pausa. Vuelve con los cojines que pone sobre el sofá. Por la izquierda entra LINA con una caja de lata en las manos. LINA tiene cuarenta años. Igual que LLALLA no usa nada de maquillaje y estávestida de luto riguroso. Se detiene junto a la puerta del fondo. Escucha.
LLALLA -Está tranquila.
LINA -Ojalá siga así.
LLALLA -Me dan nervios. Parece que supiera.
LINA -¡Estás soñando!
LLALLA -¿Tú crees que no se ha dado cuenta de nada? … A veces pienso que somos demasiado estrictas.
LINA -¿Estrictas? Somos demasiado buenas, ese ha sido nuestro pecado.
Por la cortina dela izquierda entra ADELA, muy tensa. LINA y LLALLA se vuelven y la miran. ADELA tiene más de treinta años, pero aparenta menos, y es bonita. Está maquillada exageradamente y viste un traje claro, de verano, sin mangas; su belleza está levemente afeada por una expresión antipática.
LLALLA -(Sorprendida) ¡Te has quitado el luto!
LINA -Ese traje es indecente.
ADELA -(Cohibida). Por hoydía…
LINA -Pero es una frivolidad, de todas maneras.
ADELA -Como es una ocasión especial…
LINA -No tienes para qué explicarnos nada. Después de todo se supone que desde hoy en adelante puedes hacer lo que se te ocurra.
ADELA -Tienes que reconocer que era un poco exagerado que las tres estuviéramos de luto por una persona que, al fin y al cabo, ni siquiera es pariente nuestro.LINA -Dos personas, en todo caso.
ADELA -Perdona, es que lo de Jorge fue hace tantos años que… a veces me olvido.
LINA -Lo único que te preocupa es tu vida y nada más. Pero hay muchas otras cosas en el mundo, por si no te has enterado.
ADELA -Sí, perdóname, estoy nerviosa. Es lo más natural, ¿no? ¡Ya las viera en mi lugar!
LINA -Nos has visto.
LLALLA -No discutan, que nosvamos a atrasar. Todavía no nos hemos maquillado, Lina. (De la caja de lata saca su maquillaje)
ADELA -¿Las maquillo yo?
LINA -(Saca una pasta azul de la caja y un espejo de mano). Yo me voy a maquillar sola. Para algo seguí ese curso por correspondencia.
LLALLA -(A ADELA) Hazme la línea de los ojos, por favor. Me tiembla la mano… Yo no sé por qué será. Los nervios. ¡Es una ocasióntan especial!
ADELA -(Indica los trajes de novia). ¿Van a dejar esos trajes ahí?
LINA -Por supuesto. ¿Qué tiene de particular?
LLALLA -Nada.
ADELA -¿Entonces?
(LLALLA se ha sentado en uno de los sillones. ADELA saca una pasta de la caja de lata. LINA, sentada en el sofá se pone sombra azul intensa en los párpados, mirándose en el espejo). Golpes en la puerta del fondo....