Guión

LA SANGRE DEL VAMPIRO

Personajes
Narrador
Hubert de Branville, Conde de Vampire/Hubert Laval
Magistrado Jean Pierre Vernon
MayordomoMadame Loiseau
Comisario Constant de Millet
Notario Lamaneur
JuezBarbizon

Secuencia 1

Narrador: Todos habían recibido la misma carta con letras doradas, en ella dibujados, un león, una corona de plata, y un nombre con títulos muy sugerentes. Duque de Branville, Conde de Vampire, Varón de Cayenne y Príncipe de Gestorben. En la parte de atrás, un mensaje.(Habitación del Conde de Vampire, él esta sentado en una silla alta con vestiduras de oro y piel. Redacta una carta.)

Hubert de Branville: Mi entrañable amigo, le ruego me digne ayudarme a reparar el error inmenso de no poderle tratar en los últimos años. Le anticipo que el viernes a las 22:45 horas si me concede el honor de venir a mi palacio, en la rue del Sena número 391, le proporcionaré unasorpresa que no conseguirá olvidar.

Secuencia 2

(Castillo del Conde de Vampire, entrada de los invitados)

Narrador: El primero que entró esa noche en aquel salón elegante, aunque exageradamente decorado de tonos violetas y negros, fue el magistrado Jean Pierre Vernon, un cincuentón, de porte soberbio, monóculo sobre el ojo derecho, y generador de una respiración de un asma mal curado.Magistrado Jean Pierre Vernon: Buenas noches, he venido celebrar una cita pactada con Hubert de Branville, Conde de Vampire.

Mayordomo: Adelante, lo estábamos esperando, permítame su abrigo.

Narrador: Minutos después madame Loiseau hizo su aparición contoneándose ligeramente, bañada en agua de colonia y con un vestido propio de sus visitas al palacio de Versalles. No había abusado delmaquillaje, en favor de que a sus treinta y cuatro años seguía conservando un cutis de adolescente y una grata belleza.

Madame Loiseau: Buenas noches…

Magistrado Jean Pierre Vernon: Por lo visto bellas estrellas engalanan la de hoy.

Narrador: No había duda de que era curiosidad lo que resplandecía en sus bellísimas pupilas de Madame Loiseau, por eso saludó a aquel arrogante extraño con unleve movimiento de cabeza, contrariada por el hecho de que el mayordomo no los hubiese presentado.

Comisario Constant de Millet: Que la gracia favorezca al Duque de Branville por su cordial invitación.

Narrador: Dijo el Comisario Constant Millet al ser recibido en la puerta. Era algo más que obeso, rojo desde la fuente al pescuezo, vestía esa noche su mejor abrigo.

El siguiente en llegarfue el Juez Barbizon, su presencia sirvió para animar a los otros personajes, ya que todos lo conocían. El viejo, honorable y delgado caballero se había hecho famoso debido a sus recientes éxitos en la Francia continental, ahí en donde alguna vez fue muy conocido, por ser una honorable persona de clase alta, en especial por su habilidad de resolver la disputa económica entre la Casa Rotschild yel diario La vie Française.
El engolamiento de esta presencia creció igual que las burbujas del champagne al verse recibido por la admiración y el elogio de aquel trío, que parecía pertenecer a la alta sociedad y a ninguno de los cuales tenía el gusto de conocer.

Veinte minutos después de la hora a la que habían sido citados, irrumpió el notario Lamaneur.
Madame Loiseau: Como siempre,...