Guia De Socialización

UNIDAD 3: El individuo como sujeto de procesos psicosociales
Lo individual / lo social

En la unidad anterior revisamos importantes aspectos que diferencian al ser humano de otros seres vivos. Los procesos psicológicos que nos permiten percibir y aprehender la realidad y que influyen en nuestro comportamiento constituyen un factor esencial para definirnos como personas. Sin embargo, existenotros importantes aspectos de nuestro crecimiento, que garantizan nuestro desarrollo y nuestra positiva inserción en la sociedad.
En este capítulo nos centraremos en los procesos de individuación y de socialización. En un primer momento, parecen procesos contradictorios, pero en realidad son complementarios y contribuyen de una manera eficaz en la conformación de las personas en individuos insertosen grupos sociales.
Al abordar este tema, surgen diversas interrogantes: ¿Qué significa ser un individuo en la actualidad?, ¿Cómo se integra una persona a la sociedad? ¿Cuál es el límite que separa la socialización de la individuación? ¿Qué significa ser “individualista” o “social”? ¿Ofrece nuestra comunidad las herramientas necesarias para convertirse en una persona individual y, a la vez,participante activa de los propósitos sociales?
Éstas y otras preguntas nos formularemos a través de esta unidad. Como siempre, te invitamos a reflexionar en forma personal y en grupo, a compartir tus pensamientos, a opinar, a debatir y consensuar, para- de este modo- crecer.

Actividad

Para comenzar te ofrecemos un fragmento de la novela Demian, del escritor Hermann Hesse. Entre otros aspectos,esta novela aborda el difícil proceso de crecimiento que afecta a su protagonista, Emil Sinclair. En su camino se encuentra con diversas personas que lo ayudan a cuestionarse sobre sus convicciones y a conformar una visión de la vida propia. Una de ellas es Demian, a quien conoce en el colegio.
En los siguientes párrafos, podrás enterarte de lo que piensa Sinclair sobre los “dos mundos” en losque vivió durante su infancia, sin advertirlo.
Lee con atención, comprende su significado y desarrolla las actividades que se plantean.

Comienzo mi historia con un acontecimiento de la época en que yo tenía diez años e iba al Instituto de Letras de nuestra pequeña ciudad.Muchas cosas conservan aún su perfume y me conmueven en lo más profundo con pena y dulce nostalgia: callejas oscuras yclaras, casas y torres, campanadas de reloj y rostros humanos, habitaciones llenas de acogedor y cálido bienestar, habitaciones llenas de misterio y profundo miedo a los fantasmas. Olores a cálida intimidad, a conejos y a criadas, a remedios caseros y a fruta seca. Dos mundos se confundían allí: de dos polos opuestos surgían el día y la noche.Un mundo lo constituía la casa paterna; más estrictamente,se reducía a mis padres. Este mundo me resultaba muy familiar: se llamaba padre y madre, amor y severidad, ejemplo y colegio. A este mundo pertenecían un tenue esplendor, claridad y limpieza; en él habitaban las palabras suaves y amables, las manos lavadas, los vestidos limpios y las buenas costumbres. Allí se cantaba el coral por las mañanas y se celebraba la Navidad.En este mundo existían laslíneas rectas y los caminos que conducen al futuro, el deber y la culpa, los remordimientos y la confesión, el perdón y los buenos propósitos, el amor y el respeto, la Biblia y la sabiduría. Había que mantenerse dentro de este mundo para que la vida fuera clara, limpia, bella y ordenada.El otro mundo, sin embargo, comenzaba en medio de nuestra propia casa y era totalmente diferente: olía de otramanera, hablaba de otra manera, prometía y exigía otras cosas. En este segundo mundo existían criadas y aprendices, historias de aparecidos y rumores escandalosos; todo un torrente multicolor de cosas terribles, atrayentes y enigmáticas, como el matadero y la cárcel, borrachos y mujeres chillonas, vacas parturientas y caballos desplomados; historias de robos, asesinatos y suicidios. Todas estas...