Guion del quijote de la mancha

XLIII
……………………….......Cancion……………………………

NARRADOR : Llegando el que cantaba a este punto, le pareció a Dorotea que no sería bien que dejase Clara de oír una tan buena voz; y así, moviéndola a una y a otra parte, la despertó diciéndole: 

DOROTEA: -Perdóname, niña, que te despierto, pues lo hago porque gustes de oír la mejor voz que quizá habrás oído en toda tu vida. 

NARRADOR : Claradespertó toda soñolienta, y de la primera vez no entendió lo que Dorotea le decía; Pero, apenas hubo oído dos versos que el que cantaba iba prosiguiendo, cuando le tomó un temblor tan extraño como si de algún grave accidente de cuartana estuviera enferma, y, abrazándose estrechamente con Teodora, le dijo: 

CLARA : ¡Ay señora de mi alma y de mi vida!, ¿para qué me despertases?; que el mayor bienque la fortuna me podía hacer por ahora era tenerme cerrados los ojos y los oídos, para no ver ni oír a ese desdichado músico. 

DOROTEA : -¿Qué es lo que dices, niña?; mira que dicen que el que canta es un mozo de mulas.

CLARA : No es sino señor de lugares

NARRADOR : Admirada quedó Dorotea de las sentidas razones de la muchacha, pareciéndole que se aventajaban en mucho a la discreción quesus pocos años prometían; y así, le dijo: 

DOROTEA : -Habláis de modo, señora Clara, que no puedo entenderos, Pero no me digáis nada por ahora que no quiero perder el gusto que recibo de oír al que canta

CLARA: -Sea en buen hora

NARRADOR : Y, por no oílle, se tapó con las manos entrambos oídos, de lo que también se admiró Dorotea; la cual, estando atenta a lo que se cantaba, vio queproseguían en esta manera: 

……………………….......Cancion……………………………

NARRADOR: Aquí dio fin la voz, y principio a nuevos sollozos Clara. Todo lo cual encendía el deseo de Dorotea, que deseaba saber la causa de tan suave canto y de tan triste lloro. Y así, le volvió a preguntar qué era lo que le quería decir denantes. Entonces Clara, temerosa de que Luscinda no la oyese, abrazando estrechamente aDorotea, puso su boca tan junto del oído de Dorotea, que seguramente podía hablar sin ser de otra sentida, y así le dijo:

CLARA: este que canta es hijo de un caballero natural del reino de Aragón la cual vivia fronterizo a la casa de mi padre en la corte y aunque mi padre tenia la ventana con lienzos de invierno este caballero me vio y se enamoro de mi y a la ventana a la cual lloraba llegandose eltiempo de la partida de mi padre la cual el supo y no de mi pero al cabo de dos dias que caminabamos al entrar en una posada le via a la puerta del mesón, puesto en habito del mozo de mulas de quien se esconde es mi padre que atraviesa los caminos sonriendome… esto es, señora mia, todo lo que os puedo decir de este musico cuya voz tanto os ha contentado; que no es mozo de mulas, como decís, sinoseñor de almas y lugares como yo os he dicho

DOROTEA: No digáis más, señora doña Clara esperad que venga el nuevo día, que yo espero en Dios de encaminar de manera vuestros negocios, que tengan el felice fin que tan honestos principios merecen. 

CLARA: ay señora ¿qué fin se puede esperar, si su padre es tan principal y tan rico que le parecerá que aun yo no puedo ser criada de su hijo, cuantomás esposa?

NARRADOR: No pudo dejar de reírse Dorotea, oyendo cuán como niña hablaba doña Clara

DOROTEA: -Reposemos, señora, lo poco que creo queda de la noche, y amanecerá Dios y medraremos, o mal me andarán las manos. 

NARRADOR: Y asi mesmo oyeron que decía con voz blanda, regalada y amorosa: 

DON QUIJOTE: Oh mi señora Dulcinea del Toboso, estremo de toda hermosura ¿qué fará agora latu merced? ¿Si tendrás por ventura las mientes en tu cautivo caballero, que a tantos peligros, por sólo servirte, de su voluntad ha querido ponerse?

NARRADOR: A este punto llegaba entonces don Quijote en su tan lastimero razonamiento, cuando la hija de la ventera le comenzó a cecear y a decirle: 

HIJA DE VENTERA: Señor mío, lléguese acá la vuestra merced si es servido. 

NARRADOR: A...