Guns, ideas, and taxes

LIBERALISMO Y DEMOCRACIA
Las exposiciones en torno a la democracia dejan casi siempre un sabor a insatisfacción y se dan en un contexto que produce una paradoja: cuando parece haberse quedado sin competencia seria en el orden internacional, requiere de mayores discursos justificatorios. La problemática se agrava si, como se ve, la tarea de justificar está acompañada de una especie demutilación de aquellos aspectos que hacían de la democracia un régimen atractivo aunque vulnerable a las críticas; así la elaboración de estas justificaciones siempre chocan con el absurdo de fundamentar algo a lo que se le quitado toda sustancia.
El par del triunfo de la democracia en el contexto mundial quiere ser el liberalismo e incluso, la mayoría de los discursos justificatorios de la democracia seelaboran fundamentados en una ideología liberal. Ahora, hemos dicho que resultan muy insatisfactorias las justificaciones que se hacen de la democracia en el presente y que esas justificaciones provienen del liberalismo; pero habremos de aclarar que nuestro interés no se pronuncia ni en contra de la democracia ni en contra absoluta de la perspectiva liberal, lo que se quiere problematizar sonlas reducciones en que incurre la perspectiva liberal al tratar de justificar la democracia.
En este ensayo, de la mano de las reflexiones de Cornelius Castoriadis, se tratará de problematizar la concepción de la democracia como mero procedimiento y se intentará dar cuenta de algunas posibilidades de pensar la cuestión a partir del rescate de elementos substanciales, que hacen de la democraciaun reto y una posibilidad no solo de tener instituciones que funcionen formalmente –como la elección periódica de mandatarios locales en Colombia—sino de hacer que la política sea un esfuerzo colectivo de construir de una manera más lúcida las instituciones que orienten lo político.


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Castoriadis propone una idea en la cual parece sintetizar la problemática por la que atraviesa lademocracia contemporánea. Para él la aparición de una concepción por la cual se percibe la democracia como un conjunto de «procedimientos» establece una ruptura con todo el pensamiento político previo, en el cual se juzgaba la democracia como un régimen ligado con «una concepción sustantiva de los fines de la institución política» y con una reflexión acerca del tipo de ser humano que correspondía adicha institución. Con esto juzga Castoriadis que “es fácil ver que una concepción de mero procedimiento de la «democracia» encuentra su origen en la crisis de las significaciones imaginarias que conciernen a las finalidades de la vida colectiva, y apuntan también a ocultar esta crisis al disociar toda discusión relativa a estas finalidades de la «forma del régimen» político, al eliminar en últimocaso la idea misma de tales finalidades.”1 Con este razonamiento se ubican las justificaciones procedimentales de la democracia en el contexto general de la crisis de la política, entendida como crisis de significación y se lleva a un punto central la crítica: la característica de esta concepción se basa en ocultar la mencionada crisis disociando las discusiones en torno las finalidades de lavida colectiva de la forma del régimen.
Para Castoriadis la discusión sobre la democracia es obligatoriamente una discusión sobre la política y conduciendo el problema en esa dirección, entabla el debate con los argumentos de la concepción procedimental.
En general se parte de proponer una noción de lo político en relación con el poder, manifestando que la cuestión hace referencia a “lainstancia (o las instancias) instituida que pueden emitir exhortaciones sancionables y que deben de incluir siempre, explícitamente, al menos lo que llamamos un poder judicial y un poder gubernamental.”2 Aclara seguidamente que, aunque es posible y hasta deseable una sociedad sin estado, lo que sí resulta absurdo plantearse es una sociedad sin «instituciones de poder explícito». El hombre es un ser...