gustavo adolfo
Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho,
¿quién se sentará?
Cuando la trémula mano
tienda, próximo a expirar,
buscandouna mano amiga,
¿quién la estrechará?
Cuando la muerte vidríe
de mis ojos el cristal,
mis párpados aún abiertos,
¿quién los cerrará?
Cuando la campana suene
(si suena en mi funeral) una oración, al oírla,
¿quién murmurará?
Cuando mis pálidos restos
oprima la tierra ya,
sobre la olvidada fosa,
¿quién vendrá a llorar?
¿Quién en fin, al otro día,
cuando el solvuelva a brillar,
de que pasé por el mundo
quién se acordará?
Becquer
Rubén Darío
Syrinx / Dafne
¡Dafne, divina Dafne! Buscar quiero la leve
caña quecorresponda a tus labios esquivos;
haré de ella mi flauta e inventaré motivos
que extasiarán de amor a los cisnes de nieve.
Al canto mío el tiempo parecerá más breve;
como Pan en el campo harédanzar los chivos;
como Orfeo tendré los leones cautivos,
y moveré el imperio de Amor que todo mueve.
Y todo será, Dafne, por la virtud secreta
que en la fibra sutil de la caña coloca
con lapasión del dios el sueño del poeta;
porque si de la flauta la boca mía toca
el sonoro carrizo, su misterio interpreta
y la armonía nace del beso de tu boca.
arroo
Lo que me quita enfuego, me da en nieve
La mano que tus ojos me recata;
Y no es menos rigor con el que mata,
Ni menos llamas su blancura mueve.
La vista frescos los incendios bebe,
Y volcán por las venaslos dilata;
Con miedo atento a la blancura trata
El pecho amante, que la siente aleve.
Si de tus ojos el ardor tirano
Le pasas por tu mano por templarle,
Es gran piedad del corazón humano; Mas no de ti, que puede al ocultarle,
Pues es de nieve, derretir tu mano,
Si ya tu mano no pretende helarle.
Francisco de Quevedo
2(Gabriel Celaya)
Qué hermosa eres, libertad. No hay...
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