Gustavo Santiago, El desafío de los valores.
Capítulo 2. ¿En qué mundo vivimos?
I. Premodernidad, modernidad, crisis de la modernidad
Hasta aquí hemos desarrollado un aspecto de la compleja trama de los valores. Nos hemos detenido en la disputa que se da entre aquello que en una sociedad vale y aquello que se sostiene que debe valer. Pero todavía nos mantenemos en una perspectiva amplia queno permite apreciar cuáles son concretamente los valores a los que nos referimos.
A lo largo de la historia, tanto los VH como los VD han sufrido importantes modificaciones, mixturas, nacimientos y defunciones. Sería imposible reconstruir con detalle ese movimiento (y probablemente tan inútil como, según Borges,1 hacer un mapa tan perfecto de la China que tuviera el tamaño de la propia China).Abandonada la pretensión de exhaustividad, lo que nos proponemos es indicar las líneas generales de un movimiento que tiene suma importancia en los valores aquí y ahora. Porque cuando pensamos en "nuestros valores" solemos no advertir el recorrido que éstos han hecho hasta llegar a nosotros. Creemos, en este sentido, que puede resultar muy útil traer a consideración una distinción epocal ampliaque actualmente se ha tornado usual, en la que se coloca como centro de referencia a la modernidad, para dirigir desde ella una mirada hacia su pasado y su presente-futuro.
1. Características de la modernidad
Suele caracterizarse a la modernidad como un movimiento de transformación de múltiples dimensiones de la vida humana (política, cultural, religiosa, ética, científica, etc.) que sedesarrolla a partir del siglo XVII (aunque el Renacimiento y la Reforma pueden considerarse como sus antecedentes directos), se consolida en el XVIII con la Ilustración e ingresa en una importante crisis en el XX, luego de la Segunda Guerra Mundial.
A continuación desarrollaremos algunos de los numerosos componentes que conforman la identidad de la modernidad. Intentando una clasificación de losmismos, Alexander Koyrée señala:2
"Algunos historiadores han situado su aspecto más característico en la secularización de la conciencia, en su alejamiento de objetivos trascendentales y su acercamiento a otros inmanentes; es decir, en la sustitución del interés por el otro mundo y la otra vida a favor de la preocupación por esta vida y este mundo. Algunos otros lo han situado en el descubrimientoque la conciencia humana hace de su subjetividad esencial y, por tanto, en la sustitución del objetivismo de medievales y antiguos por el subjetivismo de los modernos. Incluso otros lo han situado en el cambio de relaciones entre theoría y praxis, en el hecho de que el viejo ideal de la vita contemplativa cediese su lugar al de la vita activa. Mientras que el hombre medieval y antiguo tendía a lapura contemplación de la naturaleza y del ser, el moderno aspira a la dominación y el señorío (...).
(Esta revolución) conlleva la destrucción del Kósmos; es decir, la desaparición (...) de la concepción del mundo como un todo finito, cerrado y jerárquicamente ordenado (un todo en el que la jerarquía y estructura del ser, elévanse desde la tierra oscura, pesada e imperfecta, hasta la mayor ymayor perfección de los astros y esferas celestes). (...) Todo esto, a su vez, entraña que el pensamiento científico desestime toda consideración basada sobre conceptos axiológicos, como son los de perfección, armonía, sentido y finalidad, así como, para terminar, la expresa desvalorización del ser, el divorcio del mundo del valor y del mundo de los hechos".
Detengámonos en algunas de lascaracterísticas que presenta Koyrée:
a) Secularización de la conciencia (asimilable, en algunos aspectos, a la "muerte de Dios" de Nietzsche y al "desencantamiento del mundo" de Weber). Se trata del movimiento de desplazamiento de lo religioso (particularmente del cristianismo) de las ocupaciones "sociales" y su relegamiento a cuestiones estrictamente religiosas. Esto es algo que va produciéndose...
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