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La Huésped

De la atrofiada imaginación de Stephenie Meyer, culpable de la saga Crepúsculo, llega ahora a las pantallas La huésped, que repite la fórmula que ya le conocemos a la autora pero ahora en el terreno de la ciencia ficción. Aclaro que uso el término “ciencia ficción” en su acepción más laxa, de la misma manera en que los libros y películas de Crepúsculo son de terror sólo nominalmente.Aquí la historia va de invasiones extraterrestres y por eso se debe incluir a La huésped en el género, no por la calidad de sus ideas. Algunas personas tenían la esperanza de que la participación como guionista y director de Andrew Niccol serviría para contrarrestar las malas mañas de Meyer.
Esperanza vana, puesto que Stephenie Meyer es la productora de la cinta, lo que dejaba a la novelista enla mejor posición para supervisar la adaptación cinematográfica de su relato. Además Niccol, conocido por cintas como Gattaca y The Truman Show, tampoco iba a intentar hacer de La huésped algo más que una cinta de encargo. Su anterior largometraje, In Time, no tuvo el resultado esperado, por lo que tomar las riendas de un proyecto que se asocia más con la autora de la novela dejaba a Niccol en unasituación ventajosa. Si La huésped funcionaba comercialmente el director neozelandés se afianzaba dentro de la industria y si fracasaba la responsable era Meyer. En cualquier caso Niccol gana y los que pierden son los que pagan por ver el bodrio.
El prólogo de La huésped es engañoso. Un narrador nos informa que en el futuro el planeta Tierra ha dejado atrás los conflictos, las guerras y lainjusticia… tras ser invadido por una raza extraterrestre que se apropia de los cuerpos de los humanos y que es socialmente mucho más avanzada que nuestra especie. Los poseídos se distinguen por el azul brillante de sus ojos. Sólo algunos humanos sobreviven y libran una batalla desesperada por resistir a los invasores. Esto podría ser el punto de partida para una fascinante reflexión sobre la posibilidadreal de que la humanidad fuera superada por una raza que le superara en todos sentidos e incluso la conveniencia de que los sobrevivientes aceptaran ser asimilados en aras del bien común.
Para eso la película tendría que adaptar la novela de alguien que no fuera Stephenie Meyer. Haciendo a un lado la descripción de la sociedad extraterrestre, utópica en todos sentidos, la narración se enfoca en-¡adivinaron!- una adolescente que -¡acertaron!- se oculta de los extraterrestres pero que -¡exacto!- se da tiempo de besuquearse con su novio porque lo ama muchisísimo, tanto que ni siquiera se espera a casarse por las tres leyes antes de acostarse con él. Ay, esta juventud descarriada de mañana. Nos enteramos de todo esto, aunque no queríamos, gracias a que la protagonista, Melanie Stryder, hasido capturada por los alienígenas y sometida al proceso que la convertirá en huésped de uno de ellos, una suerte de molusco que explora los recuerdos de la chica en busca de datos que conduzcan a la aprehensión de otros humanos rejegos.
En el proceso se revelan dos hechos notables. El primero es que el nombre de cada extraterrestre corresponde a la actividad que desarrolla. Los médicos se llamanHealers, los cazadores de humanos Seekers y el que ahora habita la mente de Melanie se llama Wanderer porque ha visitado varios planetas a lo largo de sus mil años de vida. Me quedé con las ganas de saber si también hay extraterrestres llamados “Intendencia”, “Subdirector de Área” o “Vendedor de Raspados”. El caso es que la labor investigadora de Wanderer se complica porque Melanie no está del todoausente, en algunos casos los humanos se resisten a ser absorbidos por los moluscos y la adolescente es tan testaruda que incluso puede controlar su cuerpo de vez en cuando.
Para comunicar el conflicto interno entre Melanie y Wanderer la actriz Saoirse Ronan se para muy derechita y camina dando pasitos, como si tuviera diarrea y el baño le quedara lejos. Ronan ya ha demostrado su capacidad en...