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El domingo 25 de agosto, EL PAÍS informa en sus páginas de Sociedad sobre el Congreso Mundial de Psiquiatría y su búsqueda de una causa genética de laesquizofrenia. En la síntesis que encabeza el artículo, se sentencia: "Olvidadas quedan las teorías psicoanalíticas sobre el origen de laesquizofrenia", afirmación ligera, que no encuentra explicación en el contenido del artículo. En los últimos tiempos, su periódico insiste en hacer llegar a lapoblación una información parcial acerca del origen de los trastornos mentales: existe una causa última y única, siempre de orden físico, que localiza oraen un gen, ora en un virus, el origen de la depresión o la psicosis.Lo físico es, ciertamente, un escenario privilegiado sobre el que crece elindividuo. Pero no es el único. Los descubrimientos de la psicología y el psicoanálisis a lo largo de este siglo no dejan lugar a dudas: la red social yemocional en la que el niño se inserta al nacer marca los caminos por los que se va a desarrollar su salud mental; las primeras relaciones que se establecenen el seno de la familia crean el suelo psíquico sobre el que crecerá el sujeto. Negar sistemáticamente desde la prensa los aspectos psicológicos queintervienen en el origen de un trastorno mental, puede condenar a muchas personas que los padecen al uso exclusivo del psicofármaco que alivie susíntoma, impidiendo el acceso a una psicoterapia que le ayude a resolver el conflicto; y puede empañar la importancia de la prevención en la infancia-