habitar
M.MANSILLA, ROJO, TUÑON.
(Final alternativo, feliz:
La v ivien da de
nuest ro tie mpo aú n no e xiste ; sin
embarg o, la
transformación del modo de vida exige su realización. Esta exigencia
sólo puede cumplirse en el curso de un continuado movimiento real,
capaz de cancelar tanto la vida ficticia –la vida sometida a medida,
ju ic io
y
va lo ra ci ón
po r p ar tede
ot ro s–
co mo
e l l ug ar
de
su
representación –el dominio privado como refugio y escenario de los
v al or es
d el
i nd i vi du o– .
En t on ce s
la
c as a ,
d e sa pa re c id a
co mo
HABITAR
institución, como lugar específico opuesto a los otros lugares –por
cuanto el ocio dejará de ser la aparente oposición al trabajo, y lo
privado dejaráde ser la aparente oposición a lo colectivo– estará por
todas partes: será cualquier lugar, cada espacio y cada tiempo donde se
afirme y reencuentre un sujeto libre y múltiple, igualitario y real.)
J. Q.
1. Publicado en Die Form n° 7, Junio de 1931, pág. 241.
2. Hay un bellísimo análisis de la casa Resor en el texto de Fernando Alvarez,
Panorama desde el puente publicaciones de la Secciód’Historia de la ETSAB, 1985.
3. De los cuadernos de 1935 de París, capital del siglo XIX.
4. Leed cómo acaba. Hay varias traducciones castellanas. El título original es The
joly corner.
5. Adolf Loos, Arquitectura, 1910.
6. Adolf Loos, Mi casa en la Michaelerplatz, 1911.
El presente texto es parte de una charla dada en Baeza, en el ciclo sobre la
vivienda organizado por el departamentode Composición de la E.T.S.A. de Sevilla,
en Septiembre de 1993.
8
JOSEP QUETGLAS
CIRCO
impresión de un sonriente heredero. Su modernidad le da seguramente
po ca
s at is f ac ci ón
a
sí
m is ma ,
ap ar ec e
tr is t e
y
me l an có li c a,
ensimismada, y muestra un visage bien rasurado, donde no habita ninguna
“La vivienda de nuestro tiempo aún noexiste”.Con esta frase,
sonrisa; posiblemente por principio, porque tampoco la sonrisa sea más
aforística como todas las suyas, Mies iniciaba el programa para la
que un ornamento.~, Esto es cierto. Esas frases muestran lo distintas
Exposición de la Construcción celebrada en Berlín en 1930 “sin embargo—
que son nuestras consideraciones acerca de la belleza. Pienso que el
se gu ía
visagebien rasurado de Beethoven, donde no habita ninguna sonrisa, es
Mi e s— ,
la
t ra n sf or ma c ió n
d el
mo d o
de
v id a
ex ig e
su
realización.”(1)
más hermoso que las divertidas barbas en pico de los socios de la Casa
La frase sugiere varios sentidos. El primero se abre al leer la frase
de los Artistas. Serias y solemnes deben presentarse las casas
porel envés: “la vivienda que existe no es la de nuestro tiempo”. El
vienesas, como siempre lo han parecido, serias y solemnes. ¡Basta de
segundo se desprende al concluirla: “sentimos carencia de vivienda
fiestas de mequetrefes, basta de bromas! Quisiera acabar con las
nuestra”.
bufonadas en arquitectura”. (6)
Quiero apuntar por donde podrían circular paseos en ambas direcciones.Leamos entretejidas ambas frases. En la primera, casa y arte se
Respecto al segundo sentido —”carecemos de vivienda”—, quien quisiera
enfrentan, opuestas como a lado y lado de un espejo. Todo el párrafo va
dar vueltas por esa cuestión quizás podría empezar leyendo entrecruzada
elencando, uno tras otro, valores, cualidades, adjetivos de la casa y
literatura americana y alemana de losaños Treinta. John Steinbeck y
de su opuesto, el arte. Pero “arte” es también una cualidad, no una
Joseph Roth. Los racimos de la ira y Fuga sin fin, por ejemplo. Cada
entidad. Sólo en la última frase Loos deja de aludir a valores de una
una de ellas, por separado, parece proceder de unas condiciones
cosa y otra para, finalmente, dar el nombre de lo opuesto de la casa:
especí...
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