HABLAR Y ESCUCHAR

Hablar y escuchar
Carlos Lomas

Tres cosas tiene que mirar el orador: qué decir, en qué ocasión cada cosa y de
qué modo.

Cicerón1

No sólo es importante tener en cuenta quién habla en público sino también en
presencia de quién se habla porque no se observa la misma expresión en
presencia de un príncipe que de un magistrado, de un senador, un simple
particular o un noble.Quintiliano2

Obcecado por el lenguaje escrito, monólogo gráfico esperanzado únicamente
en la réplica mental de hipotéticos lectores, casi me había olvidado ya del
milagro de la voz viva, de la comunicación directa, franca, libre, sin ambiciones
quiméricas de antologías ni de perennidad. La palabra condimentada con la sal
de la boca, redondeada por la gracia de los labios, ágil o morosa según laurgencia del momento, y siempre ayudada por la presencia y la atención de los
oyentes La repetición permitida y hasta deseada en determinados momentos,
el gesto subrayando y reforzando la intención, los silencios, incluso,
colaboraban en el significado y en la claridad del relata.

Miguel Torga3

 Hablar y escuchar
Comienza la clase de lengua. ¡Silencio, por favor!

Jaume Perich
Con estechiste el humorista catalán Jaume Perich reflejaba irónicamente la
paradoja de unas clases de lengua orientadas al estudio del sistema formal de la
lengua en detrimento del ejercicio de la palabra en las aulas. Aunque no siempre ha
sido así, es cierto que, a menudo, y por una serie de complejas razones (desde la
escasa presencia de contenidos referidos al uso oral en los programas de enseñanza1

Cicerón. El orador, 14, Madrid. CSIC, 1992, págs. 42-43.

2

Quintiliano, Instituciones oratorias, XI, I, Madrid, 1942.

3

Miguel Torga, La creación del inundo. Madrid, Alfaguara, 1986, págs. 386-387.

hasta la escasa formación del profesorado en este ámbito del saber lingüístico), el
tratamiento de la lengua oral en el aula se ha caracterizado por un cierta
improvisacióncuando no por un evidente olvido.
En efecto, al contrario de lo que ocurría con la enseñanza de la gramática, de
la sintaxis o de la historia de la literatura, la enseñanza del habla no ha sido objeto en
la clase de lengua de una programación continua ni de una reflexión sistemática
como la que se producía en torno a la lengua escrita o a la lengua literaria. Quizá
porque se considera que losalumnos y las alumnas «ya saben hablar» cuando
acuden a los seis años a la escuela aunque más tarde, cuando acceden al instituto a
los doce o a los catorce años, se afirme lo contrario: «No saben hablar».
En este epígrafe indagaremos sobre algunos modos posibles de abordar la
enseñanza del habla y de la escucha en las clases de lengua. Intentaremos, en
consecuencia, encontrar algunas respuestas alos siguientes interrogantes:
¿Cómo se ha enseñado la lengua oral en la enseñanza secundaria?
¿Qué saberes lingüísticos y didácticos debe dominar el profesorado del área
para contribuir a la adquisición de la competencia oral del alumnado?
¿Cómo se puede contribuir a la mejora del uso oral del alumnado?
 Ideas previas
1. En el aula de lengua la enseñanza de las habilidades orales
a) nodebe ocupar un tiempo relevante, ya que los alumnos ya saben hablar cuando
acuden a la escuela y al instituto y el escaso horario de la asignatura aconseja
trabajar otros contenidos como los referidos a la lectura, a la escritura, a la
gramática y a la literatura. Por otra parte, la enseñanza de la lengua oral casi
siempre es una pérdida de tiempo ya que a los alumnos y a las alumnas no lesinteresa hablar de una manera distinta a como hablan;
b) debe merecer una atención preferente, ya que el alumnado debe usar el habla no
sólo en situaciones comunicativas espontáneas o coloquiales (conversaciones,
uso informal de la lengua...) sino también en contextos más formales y complejos
(exposiciones, debates, descripciones, argumentaciones...). Sólo de esta manera
adquirirán además el...