haciéndose entender por los demás
Cuando era estudiante de psicología, uno de mis más queridos profesores nos aconsejó a los alumnos algo que me quedó grabado: "Cuando una persona os explique sus problemas, no le digáis: 'No te preocupes'. Ésas son las palabras más absurdas que podéis pronunciar".
No te preocupes. ¿Qué pretendemos conseguir con esa frase? Lo paradójico del asunto es que esaexpresión está cargada de nuestras mejores intenciones. No queremos que la persona que tenemos delante sufra y nos encantaría poder consolarla. Deseamos entender y ayudar a los demás, pero ¿sabemos hacerlo?
En muchas ocasiones creemos que tenemos mucha empatía y que sabemos ponernos en el lugar del otro. Lamentablemente, no siempre es así y, por eso, podemos incluso llegar a empeorar la situación.Imaginemos que una amiga nos cuenta que está fatal porque ha preparado una cena para sus familiares con mucha ilusión y finalmente la comida se ha quemado. Nosotros podemos encontrarlo una tontería. Nos ponemos en su lugar y pensamos que el suceso podría haberse convertido en una divertida anécdota para contar.
Nadie puede aportar una buena solución a un problema que no ha entendido. Es mejorescuchar antes de aconsejar
Esta hipotética situación nos muestra que a veces nos ponemos en el lugar del otro, pero ¡con nuestra forma de pensar! Sólo somos capaces de imaginarnos a nosotros mismos viviendo esa situación, pero no sintiendo lo mismo que la otra persona. Quizá su terrible desazón la hemos sufrido cuando un proyecto laboral se ha ido a pique. O, en general, cuando alguna de nuestrasilusiones se ha visto frustrada. Así que lo que deberíamos hacer es recordar en qué momentos hemos vivido una emoción similar y ponernos en el lugar de nuestra amiga con el corazón y no desde nuestros esquemas mentales.
Aunque normalmente se entiende la empatía como la capacidad de ponerse en la piel del otro, no es exactamente eso. De hecho, técnicamente se define como la capacidad de sentir,imaginar o experimentar las emociones o estados de ánimo de otra persona. Intentemos pues ponernos en la emoción del otro y no sólo en su situación.
Deberíamos esforzarnos para desarrollar la empatía. Ésta constituye una de las habilidades esenciales de la inteligencia emocional que Goleman demostró, a través de muchos estudios, cómo incidía en la felicidad. Incluso Howard Gardner, el cual defiendeque poseemos ocho tipos de inteligencias en lugar de una, apunta a la empatía como una de ellas; la denomina: inteligencia interpersonal.
Uno de los puntos esenciales para desarrollar la empatía consiste en aprender a escuchar. Veamos cuatro aspectos a tener en cuenta:
1. Cuidado con los consejos
"Quien no haya sufrido lo que yo, que no me dé consejos" (Sófocles)
Estamos contando nuestroproblema a alguien y cuando acabamos, o incluso antes, ya nos aconseja lo que debemos hacer. Antes de exponer aquello que nos afecta, probablemente hemos estado varias noches sin dormir, le hemos dado mil vueltas y todavía no sabemos cómo saldremos de la situación. Y la otra persona, ¡zas! En cuatro segundos ya tiene la solución. En ocasiones, la persona que aconseja está tan convencida de que suidea es acertada que incluso, aunque le aseguremos que ya la hemos aplicado, insistirá. Consejo: "Lo que tendrías que hacer es hablar con él". Repuesta: "Claro que he hablado con él, ¡si no hago otra cosa!". Repetición del consejo: "Es que no has hablado suficiente".
Al tratar con alguien a quien queremos ayudar a resolver su problema, no olvidemos que habrá pensado mucho sobre cómo solucionarlo yque probablemente habrá emprendido varios caminos para lograrlo. Antes de sugerir soluciones, debemos preguntar sobre las posibilidades que se han barajado y los intentos de reparación emprendidos. Quizá nos sorprendamos y simplemente preguntando, la otra persona vea aspectos que antes no había tenido en cuenta y la solución se desprenda sola. Y sobre todo, recordemos que desde fuera todo se ve...
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