Hacia una eduacion de calidad
GUILLERMO BALLENATO PRIETO
Universidad Carlos III de Madrid, España
De la educación se derivan incuestionables ventajas sociales: el desarrollo económico, la participa-ción y la integración social, la consolidación de valores democráticos y de convivencia. Educar es sentar las bases de una sociedad mejor, de un mundo más justo, respetuoso y solidario.Continuamente se someten a revisión tanto los métodos como los contenidos, pero el análisis de la realidad actual pone de relieve que hay mucho que mejorar también en otros aspectos si queremos avanzar hacia una educación de calidad.
Los actores principales
En la educación todos somos parte importante: padres e hijos, profesores y alumnos, la Adminis-tración, los ciudadanos, la sociedad en su conjunto.Ser parte implica que exista una participación real, responsable y activa. Esto requiere compromiso, presencia, intervención y acción. A menudo los padres se quejan de falta de tiempo, a los docentes se les agota la paciencia y a la Administración el presupuesto. Se habla insistentemente de la necesaria mejora de la calidad en la educación, que probablemente vendrá de la mano del incremento de laparticipación de los padres, del entusiasmo de los profesores y de la motivación de los niños.
El papel protagonista corresponde a los padres y educadores. Están en primera línea, en contacto directo con los niños. La intervención de los docentes es esencial, pero si el sistema educativo no tiene a los padres como pilar básico se desperdiciarán la mayor parte de los esfuerzos. La familia, lainstitución más universal y soporte nuclear de la educación, está experimentando cambios significativos en las últimas décadas para los que probablemente la sociedad no está suficientemente preparada.
Nuevas estructuras familiares
La familia tradicional, constituida por padres e hijos unidos por vínculos de sangre, ha experimen-tado variaciones significativas. Se ha incrementado sensiblemente elnúmero de adopciones y han surgido
* Ponencia impartida en la Jornada “La participación de la comunidad educativa en la mejora de la calidad de la enseñanza”, titulada “Educar sin gritar”, celebrada en Santiago de Compostela (España) el 17 de noviembre de 2007, organizada por la Xunta de Galicia, la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria, y el Consello Escolar de Galicia. Contó con laparticipación de unas trescientas personas: presidentes de Consejos Escolares de España, directores de centros educativos, profesores, representantes de AMPA’s (Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos), padres y alumnos.
Revista Iberoamericana de Educación
ISSN: 1681-5653
n.º 45/6 – 10 de abril de 2008
EDITA: Organización de Estados Iberoamericanos
para la Educación, la Ciencia y la Cultura(OEI)
Guillermo Ballenato Prieto
nuevos vínculos afectivos y de convivencia. Hay familias monoparentales, en la que convive un solo progenitor con los hijos. Otras están formadas por parejas en las que uno o ambos miembros han incorporado a la nueva familia sus hijos procedentes de una relación anterior que acabó en ruptura. Si ya de por sí la educación no es tarea fácil, estos cambios en laestructura familiar la convierten en algo aún más complejo que requiere predisposición, preparación, paciencia y criterio.
Los padres no disponen, en general, de una formación específica para desempeñar su función. Con frecuencia buscan recetas mágicas, pero no existen fórmulas estándar aplicables sin más. Cada niño y cada familia son únicos, al igual que cada alumno, profesor y grupo de clase sondiferentes. Sin embargo, algunos principios contribuyen a simplificar y optimizar esa función de tanta responsabilidad. Lamentable-mente su conocimiento suele ser privilegio de especialistas —psicólogos, pedagogos, educadores— cuando debería ser dominio de todos.
Ante todo, hay que partir de un enfoque preventivo y positivo. Resulta difícil educar desde la indeci-sión, la culpabilidad, el...
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