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México comparte con los Estados Unidos una de las vecindades más complejas que existen en el concierto de las naciones. La historia de nuestro país, de alguna manera, ha sido la historia de un retopermanente por construir relaciones favorables con el país más poderoso del mundo. Nos unen como vecinos iniciativas regionales de libre comercio, cooperación económica, apoyo financiero, inversiónconjunta, intercambios culturales y educativos, acción común en defensa del medio ambiente, entre otras.

Sin embargo, esta cercanía también lleva aparejado el compartir problemas y retos, siendo elnarcotráfico uno de los más complejos y que más roces provoca entre las dos naciones. Mientras que, del lado norte de la frontera existe la percepción de que México no está haciendo su parte paracombatir con efectividad a los traficantes de sustancias ilícitas, en el lado sur se recrimina la falta de compromiso del gobierno norteamericano en atender como sociedad el problema de drogadicción, puesal ser el mayor consumidor del mundo, la demanda de enervantes alimenta el tráfico.
En ese sentido, el influyente diario The Washington Post refiere en su editorial del pasado 25 de marzo que “elpresidente Barack Obama y el Congreso estadunidense han incumplido sus promesas al mandatario mexicano Felipe Calderón, quien desde hace cuatro años libra una 'valiente' guerra antidrogas.

Por cuatroaños el valiente líder mexicano ha librado una guerra contra los cárteles de la droga que amenazan con destruir el estado de derecho en México a un costo de miles de vidas y decenas de miles demillones de dólares”. (1)

Y agrega de manera contundente: “el éxito ha sido esquivo, en gran parte porque los traficantes continúan recibiendo un gran suministro de armas y efectivo de Estados Unidos.Aunque prometieron un esfuerzo conjunto con Calderón, el Congreso y la administración Obama han fracasado en su cumplimiento”.

Una solución que se ha barajado, aunque hay que adelantar que es...