Hambre de soja
Históricamente, Argentina ha estado entre los primeros países productores agrícolas. La extensa llanura pampeana es la principal riqueza del país, y presenta un tipo de suelo de los más aptos para estas actividades. En la década de los 90 y de la mano del modelo neoliberal, se incluyeron numerosas tecnologías que marcaron un antes y un después en laagricultura.
Una de estas tecnologías, quizá la más revolucionaria, fue la soja alterada genéticamente. Si bien tiene rendimientos altísimos, acarrea importantes problemas ambientales, como la pérdida de fertilidad del suelo, la desaparición de alimentos básicos, la contaminación a causa del uso de herbicidas y por último, pero no menos importante, desocupación y hambre.
Los índices nos dicen queArgentina produce granos como para alimentar a 100 millones de personas, lo que la convierte en el primer país productor de alimentos, pero lo más triste es que en ella aún sobrevive el hambre.
A lo largo del siglo XX, nuestro país mantenía el modelo agroexportador, que presentaba una variedad de productos, entre ellos granos, carnes y frutas frescas, y no sólo abastecía a su población sino tambiéna países extranjeros, lo que nos llevó a portar el nombre de “granero del mundo”. Las personas se instalaban en Argentina, donde podían llevar una buena vida y tener un buen trabajo. Sin embargo, en la década de los 90, el modelo cambió y se abandonó esa variedad productiva, para dedicarse a la soja y otros cultivos baratos. La apertura económica y el achicamiento del Estado fueron las primerasmedidas. En poco tiempo, el granero del mundo ya no podía alimentar a su propia población.
En 1966 se lanza al mercado un paquete tecnológico que contiene la soja modificada genéticamente (o soja transgénica), una planta resistente al Roundup. Su cultivo es barato, las ganancias son muy grandes y requiere de mínimos cuidados. También llegó el sistema de siembra directa, que introduce la semilladirectamente dentro de la tierra. Para todo esto sólo se necesitan un fumigador y una cosechadora, lo que provocó que el número de personal demandado disminuyera así como también la cantidad de combustible necesitado. Esto, acompañado del cierre de las industrias, provocó una enorme desocupación y, por consiguiente, un aumento de la pobreza.
Argentina pasó de tener 88 mil hectáreas cultivadas a13 millones a comienzos del siglo XIX, convirtiéndose en el segundo productor mundial después de Estados Unidos. Exportamos soja como materia prima, un 70% como grano, y el resto como subproductos.
Mientras tanto, muchos pequeños productores quedan fuera del negocio. La principal razón es que no pueden competir con los grandes productores que generan enormes cantidades y utilizan maquinarias queson demasiado caras para ellos. Debieron vender o arrendar sus campos. Entre 1990 y 2002 desapareció el 60% de los pequeños productores, y con ellos la diversidad productiva.
Cabe mencionar también la desaparición de muchos tambos lecheros. El espacio de tierra donde se criaban las vacas está siendo arrendado para cultivar soja, que es mucho más rentable. Algo parecido sucedió también con laproducción algodonera, que desapareció en un 80%. Todas estas personas que quedaron sin trabajo son subsidiadas por el gobierno, pero no alcanza. Deben migrar hacia las ciudades donde tampoco consiguen trabajo porque las industrias había desaparecido años antes; son desplazados y marginados, debiendo asentarse en los alrededores de las ciudades, en las conocidas “villas”.
Este modelo de producciónno sólo atenta contra la sociedad, sino también contra el medio ambiente. Los suelos argentinos están perdiendo rápidamente su fertilidad por el cultivo de soja. Uno de los conceptos básicos de la producción agropecuaria es la rotación de cultivos. Esto permite que diferentes cultivos consuman diferentes nutrientes del suelo, sin agotarlos. El monocultivo de soja consume mucho de algunos de...
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