Haruki murakami
Libros de Haruki Murakami en Tusquets Editores
ANDANZAS Crónica del pájaro que da cuerda al mundo Sputnik, mi amor Al sur de la frontera, al oeste del Sol Tokio blues. Norwegian Wood Kafka en la orilla Sauce ciego, mujer dormida After Dark
MAXI Tokio blues. Norwegian Wood Al sur de la frontera, al oeste del Sol Crónica del pájaro que da cuerda al mundo Sputnik, mi amorKafka en la orilla
HARUKI MURAKAMI AFTER DARK
Traducción del japonés de Lourdes Porta
Título original:
1.ª edición: octubre de 2008
© Haruki Murakami, 2004
© de la traducción: Lourdes Porta, 2008 Diseño de la colección: Guillemot-Navares Reservados todos los derechos de esta edición para Tusquets Editores, S.A. - Cesare Cantù, 8 - 08023 Barcelona www.tusquetseditores.com ISBN:978-84-8383-101-4 Depósito legal: B. 38.790-2008 Fotocomposición: Foinsa Edifilm, S. L. Impresión: Limpergraf, S. L. - Mogoda, 29-31 - 08210 Barberà del Vallès Encuadernación: Reinbook Impreso en España
After Dark
Perfil de una gran ciudad. Captamos esta imagen desde las alturas, a través de los ojos de un ave nocturna que vuela muy alto. En el amplio panorama, la ciudad parece un gigantescoser vivo. O el conjunto de una multitud de corpúsculos entrelazados. Innumerables vasos sanguíneos se extienden hasta el último rincón de ese cuerpo imposible de definir, transportan la sangre, renuevan sin descanso las células. Envían información nueva y retiran información vieja. Envían consumo nuevo y retiran consumo viejo. Envían contradicciones nuevas y retiran contradicciones viejas. Alritmo de las pulsaciones del corazón parpadea todo el cuerpo, se inflama de fiebre, bulle. La medianoche se acerca y, una vez superado el momento de máxima actividad, el metabolismo basal sigue, sin flaquear, a fin de mantener el cuerpo con vida. Suyo es el zumbido que emite la ciudad en un bajo sostenido. Un zumbido sin vicisitudes, monótono, aunque lleno de presentimientos. Nuestra mirada escoge unazona donde se concentra la luz, enfoca aquel punto. Empezamos a descender
despacio hacia allí. Un mar de luces de neón de distintos colores. Es lo que llaman un barrio de ocio. Las enormes pantallas digitales instaladas en las paredes de los edificios han enmudecido al aproximarse la medianoche, pero los altavoces de las entradas de los locales siguen vomitando sin arredrarse música hip-hopen tonos exageradamente graves. Grandes salones recreativos atestados de jóvenes. Estridentes sonidos electrónicos. Grupos de universitarios que vuelven de una fiesta. Adolescentes con el pelo teñido de rubio y piernas robustas asomando por debajo de la minifalda. Oficinistas trajeados que cruzan corriendo la encrucijada a fin de no perder el último tren. Aún ahora, los reclamos de los karaokesiguen invitando alegremente a entrar. Un coche modelo Wagon de color negro y decorado de forma llamativa recorre despacio las calles como si hiciera inventario. Lleva una película negra adherida a los cristales. Parece una criatura, con órganos y piel especiales, que habita en las profundidades del océano. Una pareja de policías jóvenes hace la ronda por la misma calle con expresión tensa, pero casinadie repara en ellos. A aquellas horas, el barrio funciona según sus propias reglas. Estamos a finales de otoño. No sopla el viento, pero el aire es frío. Dentro de muy poco comenzará un nuevo día.
Nos encontramos en Denny’s. Iluminación anodina, aunque suficiente; inexpresivas; diseño de planta calculado
decoración
y
vajilla
hasta el menor detalle por ingenieros expertos; músicaambiental inocua sonando a bajo volumen; empleados formados para que sigan el manual a rajatabla. «Bienvenidos a Denny’s.» Mires a donde mires, todo está concebido de forma anónima e intercambiable. El establecimiento se halla casi lleno. Tras barrer el interior del local con la mirada, nuestros ojos se posan en una chica que está sentada junto a la ventana. ¿Por qué en ella? ¿Por qué no en otra...
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