Hasta ahora no tengo nada de que quejarme
Pero ese juego aniñado terminó cuando se separó para quitarle el pantalón. Tras ello las cosascontinuaron de manera fluida, como si instintivamente supiese qué hacer sobre la anatomía del más bajo. Sin respuestas aún, seguía con empeño las caricias, fricciones, besos y entre más, no iba a detenersepor no recibir contestación, de hecho eso lo impulsaba más a aunque sea escucharlo jadear con más constancia o gemir sin tapujo alguno.
En su mente estaba algo muy presente que no podía dejar queafecte al acto que se llevaría a cabo, pero no sabía cómo decirlo ni expresarlo y no le entraba en ganas el interrumpir lo que venía desarrollándose. No le quedaba otra que esperar lo mejor o apresurarlas cosas un poco, aunque para eso tenía a su dongsaeng. Éste parecía estar en las mismas condiciones por alguna razón, o en verdad tenía ganas de concretar de una vez por todas. Sin embargo estabaen un dilema, estaba entre proseguir tomándose su tiempo en saciarse del otro y entre hacer caso a su ansiedad y apresurar el ritmo sin mediar más opciones; la decisión no estaba ya en sus manos, sinoen las contrarias. Con su maniobra de estirar del elástico de su ropa interior, pudo llegar a obtener al fin algo más sustancial para sus oídos, Daehyun no escondió la amplia y felina sonrisa de...
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